El Callejón del Infierno del cura Merino
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El nombre procede del segundo de los tres incendios que sufrió la Plaza Mayor de Madrid, cuyas llamas se adueñaron adueño del callejón a semejanza del mismísimo averno. Allí vivió un sacerdote republicano que pagaría con su vida atentar contra la Corona.
Nuestro más singular regicida fue el cura Merino que vivió aquí, en el número 2 del Callejón del Infierno, hoy calle del Arco del Triunfo. El 2 de febrero de 1852, durante un acto en el Palacio Real, Merino, tras extraer de su sotana un estilete, se lo clavó a la reina Isabel II, que se salvó gracias a las ballenas de un corsé que todavía se conserva en el Museo del Traje. El cura asesino fue ejecutado tras ser paseado a lomos de un burro y vestido con birrete amarillo ante una muchedumbre.
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