El concurso creepy de las chicas enmascaradas

En 1958 tuvo lugar uno de los concursos de belleza más humillantes y bizarros. Se elegía a la chica con los ojos más bonitos. Para ello, las concursantes ocultaban sus rostros parcialmente con pañuelos y velos y se colocaban en una especie de vitrinas

Los concursos de belleza siempre han sido extraños. En 1958 un jurado se desplazó hasta el complejo vacacional de Butlin, en Clacton, Essex, Reino Unido, con el objetivo de encontrar a la mujer con los «ojos más bonitos». Para asegurarse de que los jueces se centraran sólo en los ojos, las mujeres iban vestidas con yashmaks (velos frecuentes en el mundo islámico), que les cubrían toda la cara menos los ojos, y se colocaban en puestos individuales, como si fuesen caballos, aunque simulaban ventanas de una bonita casa con jardín. Aunque estaba prohibido tocar, un miembro del jurado se saltó la regla. Palpó el rostro de una de las concursantes, como se haría con un camello o un galgo, antes de quitarle el velo a la «provocativa» Pauline Mitchell, de 19 años, para besarla en los labios. El público irrumpe en aplausos. El premio era una caja de perfumes. La cadena británica Pathe cubrió el evento

No fue el único concurso parecido. Desde los años treinta se inauguró una tradición de competiciones donde las mujeres usaban máscaras que cubrían parcialmente su rostro, solamente mostrando sus ojos. Tuvieron lugar en sitios como Florida o París, y resultaron todo un éxito de público.