Día de la Visibilidad Trans: apropiarse de la narración


Alana Portero escribe sobre el pasado Día de la Visibilidad Trans, una fecha que importa porque «podemos gritar a los cuatro vientos las necesidades materiales que nos condenan a los márgenes, al mismo tiempo que celebramos nuestros momentos de felicidad, nuestros triunfos y nuestra belleza»

                               POR ALANA PORTERO



Es 6 de julio de 1992. Algunas zonas de la ciudad de Nueva York siguen adornadas con carteles y banderines arcoíris. Apenas ha pasado una semana desde la marcha del Orgullo, cada año más numerosa. La parafernalia LGTB se mezcla con las barras y estrellas del reciente 4 de julio. El SIDA sigue siendo el jinete sin cabeza que las administraciones Reagan y Bush Sr. han usado para aterrorizar a la clase media blanca conservadora y con el que han dado un golpe maestro a la lucha de clases. Personas LGTB pobres, trabajadoras sexuales y gente racializada queda marcada como detrito social indeseable. El sistema se encarga de ello, por acción y omisión.

LA IRA Y LOS CÓCTELES MOLOTOV

«El SIDA sigue siendo el jinete sin cabeza que las administraciones Reagan y Bush Sr. han usado para aterrorizar a la clase media blanca conservadora y con el que han dado un golpe maestro a la lucha de clases»

La contrarreación a esta situación ha dotado de una potencia descomunal al movimiento LGTB. Son los años de Act Up, son los años de los manifiestos, las protestas y la concienciación. El fuego resultante sigue inspirando 30 años después y se ha convertido en un incendio universal.

Hace calor en los muelles del West Village. El Hudson discurre lento y pringoso. La ciudad despierta. Las últimas prostitutas en irse a casa y los primeros chaperos en llegar a su lugar de trabajo descubren algo flotando en el agua. Parece un cuerpo. Dan el aviso y enseguida se monta un dispositivo de rescate. Antes de que la saquen del agua, sus seres queridos, su familia de la calle la ha reconocido, es Marsha Johnson, la madre del activismo LGTB neoyorquino, primera mujer trans en pisar Stonewall Inn, segunda o tercera en lanzar cócteles molotov a la policía durante los míticos disturbios, cofundadora de STAR junto a Sylvia Rivera y probablemente la persona más querida a ese lado del río.

A pesar de que testigos presenciales afirman que el cuerpo de Marsha estaba desfigurado de un modo que todas aquellas personas conocían perfectamente por vivirlo a menudo en sus propias carnes y que presentaba un visible agujero en el cráneo, la policía clasifica el caso como suicidio y lo cierra.

Icónica imagen de la gran Marsha Johnson

Icónica imagen de la gran Marsha Johnson

ASESINATOS INVISIBLES

«Marsha Johnson, la madre del activismo LGTB neoyorquino, primera mujer trans en pisar Stonewall Inn, segunda o tercera en lanzar cócteles molotov a la policía durante los míticos disturbios, cofundadora de STAR junto a Sylvia Rivera y probablemente la persona más querida a ese lado del río»

Es 28 de octubre de 2018 en São Paulo. Los partidarios de Jair Bolsonaro, recién elegido presidente del país, llenan la calles. En el Largo do Arouche, centro de la ciudad, una mujer trans camina con prisa entre la multitud. No conocemos su nombre. Sabemos que está a punto de morir apuñalada por cuatro simpatizantes del nuevo presidente, sabemos que pedirá ayuda a gritos en pleno centro de la ciudad más grande del país y que nadie la ayudará. Sabemos que el caso, aunque trasciende a los medios, quedará sin investigar.

Acto del Día de la Visibilidad Trans en la Plazuela de la Memoria Trans | COGAM (31 de marzo de 2019, Madrid)

Acto del Día de la Visibilidad Trans en la Plazuela de la Memoria Trans | COGAM (31 de marzo de 2019, Madrid)

REAPROPIARSE DE LA NARRACIÓN

«La importancia de esta toma al asalto de las redes reside en apropiarse de la narración, de producir cultura propia y definir los contornos de la existencia trans sin los vicios simbólicos cis»

31 de marzo de 2019. Día Mundial de la Visibilidad Trans. Miles de personas llenan las redes con sus fotos, sus historias, sus penalidades y sus triunfos. Es un día bonito, en general el tono es, si no triunfal, como mínimo esperanzador. Al fin la narración es poliédrica, abarca la realidad trans más o menos general, refleja sesgos de clase, raciales, culturales y socio-geográficos.

La importancia de esta toma al asalto de las redes reside en apropiarse de la narración, de producir cultura propia y definir los contornos de la existencia trans sin los vicios simbólicos cis. La visibilidad no es la solución definitiva, pero es el principio inmediato de constitución como sujetos políticos y primera garantía de seguridad, aunque sea escuálida. Si además va acompañada de agencia, de poder sobre la misma, los efectos positivos se multiplican.

«Lo que se espera de nosotras como mujeres trans es que nos transmitamos las unas a las otras una historia de otredad, sufrimiento, exclusión y miseria. La misma que usa el fascismo de Bolsonaro para que nadie le pida explicaciones por esa mujer anónima apuñalada en su nombre»

La muerte de Marsha Johnson resuena porque ha desbordado los límites ontológicos que se le conceden a una prostituta trans, negra y pobre. La vida y obra de Marsha Johnson se ha transformado en genealogía porque ha sido narrada en todo su esplendor, su alegría, su intensidad y su importancia. El sistema puede obviar la muerte de una paria hasta que esa paria vuelve de su líquida sepultura en forma de historia. Entonces es imposible de pasar por alto. Se vuelve inmortal.

«Por les que ya no están, por les que quedan por llegar». El 31 de marzo Proyecto Rivera convocó una concentración en la Plazuela de la Memoria Trans de Madrid

«Por les que ya no están, por les que quedan por llegar». El 31 de marzo Proyecto Rivera convocó una concentración en la Plazuela de la Memoria Trans de Madrid

Lo que se espera de nosotras como mujeres trans es que nos transmitamos las unas a las otras una historia de otredad, sufrimiento, exclusión y miseria. La misma que usa el fascismo de Bolsonaro para que nadie le pida explicaciones por esa mujer anónima apuñalada en su nombre ante media ciudad. El Día de la Visibilidad importa porque podemos gritar a los cuatro vientos las necesidades materiales que nos condenan a los márgenes, al mismo tiempo que celebramos nuestros momentos de felicidad, nuestros triunfos y nuestra belleza.

«El horror sigue llamando a la puerta y debe ser combatido, pero que nadie vuelva a decir jamás que ese horror nos define porque no es cierto»

Una historia bien contada acaba convirtiéndose en mito y, si este persiste, se transforma en religión o filosofía. No somos cuerpos que flotan boca abajo en un río o que sirven como sacrificio al gran ogro. No solo. La historia que narramos juntas el día 31 a través de las redes, era compleja pero era hermosa, era una historia de superación, de amor, de pequeños triunfos, de autocelebración, a veces trágica y a veces divertida. Una historia que afianzó mi sensación de pertenencia del mismo modo que me hizo ver con mejores ojos mis especificidades.

El horror sigue llamando a la puerta y debe ser combatido, pero que nadie vuelva a decir jamás que ese horror nos define porque no es cierto.

Los términos son nuestros y son preciosos. Os juro que son preciosos.


ALANA PORTERO (aka «La Gata de Cheshire»). Medievalista, bruja, antropóloga y hacker de género. Ha pertenecido a más de doce sectas apocalípticas y ha sobrevivido a todas. Se sacó un ojo solo para poder llevar parche. Habla una jerga compuesta por más de diez lenguas muertas y ha olvidado cómo comunicarse en el presente, por eso trabaja sola. Consiguió su actual puesto en Agente Provocador asesinando al Agente Fauno, antiguo miembro de la banda negra. También conocida como la Poison Ivy del barrio de San Blas. Muy peligrosa.


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