El disco que internacionalizó el punk español

Los vascos RIP, con su participación en el legendario recopilatorio Welcome to 1984, editado por Maximum Rocknroll y hoy una buscada pieza de coleccionista, se convirtieron en la primera banda española que atravesó nuestras fronteras y publicó en el extranjero


«¿Hay alguna posibilidad de evitar un futuro tan sombrío? No mucha, en mi opinión»

Era un mal presagio, una profecía en clave punk: 1984, el año del Gran Hermano orwelliano, se acercaba. El mundo parecía confirmar que lo peor estaba aún por llegar: la creciente amenaza nuclear, la derechización de la política estadounidense, la guerra de Las Malvinas (que movilizaría a los punks británicos con Crass al frente con su lema «Fight war not wars»), los atentados políticos y un Ulster en pie de guerra. Lo dibujó magistralmente Claude Perrault, un artista canadiense habitual en los fanzines y discos punk. Un chico con una gran cresta es pillado in fraganti mientras coloca una gran X sobre la cara de un Richard Nixon de mirada tenebrosa. No tiene escapatoria. A la derecha asoma un cañón, mientras un policía le apunta con un arma. El paralelismo entre la ficción y la no ficción, lo imaginado con lo real, lo explicó Jeff Bale en la contraportada del famoso disco: «¿Hay alguna posibilidad de evitar un futuro tan sombrío? No mucha, en mi opinión. La única esperanza real reside en la posibilidad de que un gran número de personas en todo el mundo se despierten y perciban estas tendencias peligrosas, y luego hagan un esfuerzo activo para resistir, tanto individual como colectivamente. Esperamos que este álbum sea una modesta contribución para generar ese tipo de movimiento».

 

COMIENZA LA AVENTURA

Bale sabía lo que decía. A comienzos de los setenta, con el derrumbe del sueño hippie, había trabajado en varias emisoras de Berkeley, California, como la KPFA, en la que programaba bandas de rock and roll y, con el tiempo, a los primeros grupos de punk de la costa oeste como Zeros, Bags o Weirdos. No lo hacía solo sino que lo acompañaba el incansable Tim Yohannan. El nombre del radio show era Maximum Rocknroll, que en 1982 pasó a convertirse en la revista punk más importante del mundo y que, durante estos días, ha anunciado su próxima desaparición en su edición en papel (en números especiales con decenas de páginas, toneladas de información y, en ocasiones, letra minúscula).

«En España, uno de los que con más asiduidad y constancia se carteaba con Yohannan y Bale era Alberto Eiriz, uno de los primeros punks y fundador de Penetración, el fanzine que abrió una puerta en nuestro país para muchos punks»

Aquel escenario de guerra y destrucción fue sobre el que crecieron las primeras bandas de punk y hardcore. Desde sus orígenes, Maximum Rocknroll quiso internacionalizar el movimiento punk, reflejar su riqueza y diversidad. En 1983, ya con la fecha de 1984 a la vista, sus redactores decidieron publicar un recopilatorio que se llamaría precisamente Welcome to 1984. A su redacción llegaban todas las semanas decenas de maquetas, cartas y discos de bandas de todo el mundo.

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Portada y contraportada de Welcome to 1984 (Maximum Rocknroll, 1984)

Portada y contraportada de Welcome to 1984 (Maximum Rocknroll, 1984)

En España, uno de los que con más asiduidad y constancia se carteaba con Yohannan y Bale era Alberto Eiriz, uno de los primeros punks y fundador de Penetración, el fanzine que abrió una puerta en nuestro país para muchos punks identificados con el anarquismo, la música más rápida y el activismo político. Pero, a diferencia de otros muchos más cercanos con el nihilismo, tanto él como sus amigos se identificaban con una de las ideas más célebres del anarquista Bakunin: «un acto de destrucción puede ser también un acto de creación». Y lo que produjeron, casi de forma frenética, fue sorprendente. Los punks madrileños vivieron momentos que jamás olvidarían gracias a sus esfuerzos, junto a los de otros. Publicó discos y montó conciertos legendarios, como los de BGK, Delincuencia Sonora, RIP, Larsen o aquel de los estadounidenses MDC junto a los valencianos Interterror en febrero de 1984 en la desaparecida sala Imperio, un antiguo cine de Carabanchel.

Alberto y, detrás de él, un jovencísimo Gaboni

Alberto y, detrás de él, un jovencísimo Gaboni

De izquierda a derecha: Göran, Javier Couso, hoy eurodiputado con IU y ex Sin Dios / Olor a Sobako, y Alberto

De izquierda a derecha: Göran, Javier Couso, hoy eurodiputado con IU y ex Sin Dios / Olor a Sobako, y Alberto

«AL INFIERNO CON EL NACIONALISMO»

 «La filosofía del disco era clara: “Al infierno con el nacionalismo”»

Su revista, Penetración, sirvió de inspiración para otras futuras pequeñas publicaciones. También tendió un puente con otros mundos y, sobre todo, países. «Me carteaba con la gente del Maximum y les enviaba todo lo que pasaba por mis manos, como los discos de Eskorbuto, Kangrena o Basura, cualquier cosa que fuese punk se la enviaba», cuenta para Agente Provocador. De aquella comunicación llegó la posibilidad de publicar a un grupo español, el primero que saldría en un recopilatorio que, con el tiempo, se volvería mítico y que hoy es una pieza de coleccionista. La filosofía del disco era clara: «Al infierno con el nacionalismo», podía leerse en la contraportada, justo encima del manifiesto político de Bale. No estaban interesados en bandas que no fuesen rápidas y no tuvieran un sonido agresivo y duro, puro hardcore. En el disco participarían bandas como los finlandeses Terveet Kadet, los alemanes Inferno, los italianos Raw Power o los japoneses The Stalin, entre muchas otras (23 canciones de 17 países).

Alberto no se lo pensó mucho: debían ser los guipuzcoanos RIP o los barceloneses Último Resorte. Ambas bandas gustaban mucho en la redacción de la revista, sobre todo los primeros, que estaban a punto de publicar una de las obras maestras del punk español, el disco compartido Zona Especial Norte (Spansuls, 1984), junto a Eskorbuto, quienes grabaron algunos de sus mejores temas. Sin embargo, las cuatro canciones de RIP se convertirían en auténticos himnos de una juventud cansada de la vieja España (el servicio militar obligatorio, los frecuentes excesos policiales o la gran «decepción» socialista). El resultado fueron «Kaos», «Brigada criminal», «No hay futuro» y «Anti-militar», influenciadas por el estilo de bandas como Discharge o GBH. «El problema fue que les pedí material a las dos bandas y RIP me enviaron una bobina de estudio, mientras que por entonces Último Resorte lo único que pudieron entregarme fue una demo que tenía mala calidad de sonido», explica Alberto. Aun así les hizo llegar las dos grabaciones. Maximum, tras escucharlas, se decidió por RIP y su famoso «Anti-militar». Último Resorte, que ya habían publicado un ep y ultimaban la salida de su segundo trabajo, les gustaban pero el sonido no les convencía. «Aún conservo las cartas de aquellos días en las que me explicaban lo sucedido», añade Alberto. Pedían que todas las bandas tuvieran una buena calidad de sonido en sus grabaciones. Sin embargo, la masterización que hicieron de la canción de RIP no fue del todo correcta y hoy, a diferencia del disco compartido con Eskorbuto, «Anti-militar» suena menos potente. El volumen es un tanto bajo, sobre todo si la comparamos con el resto de canciones.

 

EL PUNK ESPAÑOL SE HACE GLOBAL

 

El periplo se refleja en el propio disco. En los agradecimientos se menciona a «Alberto (Penetración fanzine)» y, un poco después, a Último Resorte (aunque con errata incluida: «Último Resotre»). Fue la primera ocasión, pero no la última, en que el punk español se hizo global. Poco después, Shit SA, una potente y pionera banda catalana de hardcore, lograron algo parecido. Lo que hicieron hoy parece toda una proeza y, posiblemente, así lo fue. Solamente grabaron seis canciones de estudio aquel mismo año de 1984, pero les bastó para aparecer no en uno sino en dos recopilatorios: en el alemán Life is a Joke vol.1, editado por Weird System, y en el estadounidense P.E.A.C.E., editado por Radical Records y, nuevamente, en Maximum Rocknroll.

Shit SA en directo. Fotografía: archivo Bcore

Shit SA en directo. Fotografía: archivo Bcore

Agradecimientos del disco en los que figuran, entre otros, Alberto (Penetración) y Último Resorte (con errata: «Ultimo Resotre»)

Agradecimientos del disco en los que figuran, entre otros, Alberto (Penetración) y Último Resorte (con errata: «Ultimo Resotre»)

Carpeta interior del disco. RIP posando en el cementerio, junto a la letra de «Anti-militar» y su contacto

Carpeta interior del disco. RIP posando en el cementerio, junto a la letra de «Anti-militar» y su contacto

Lo que sucedió a continuación fue el crecimiento de una escena en la que cada día surgían nuevas bandas (como GRB o TDK, que también fueron reseñados en el Maximum Rocknroll) sellos y fanzines. RIP, tras su participación en el recopilatorio, que pronto se convirtió en un clásico, recibieron decenas de cartas que llegaban de todas partes del mundo. En el interior del disco se incluían fotos de las bandas, la letra de la canción y una dirección de contacto (en su caso, una foto de la banda en el cementerio y las señas de la casa en Mondragón de su guitarrista, hoy fallecido, Bolinaga, al que milagrosamente llegaron las misivas. También iba con errata. Su apellido aparecía como «Bolmaga»). Muchos fans pedían más material de la banda, querían entrevistarlos y saber más de ellos. Sin embargo, contestaron muy pocas. La mayoría quedó en un cajón: ninguno de ellos sabía inglés.