El maravilloso mundo del ¡Freakatorium!

Un paseo por el Museo Loco, el Freakatorium, un gigantesco museo que existió en el Lower East Side de Manhattan. Cientos de fetiches extraños, momias y artefactos recordaban un mundo dominado por el asombro y lo maravilloso

Este artículo (o una odisea titánica de un puñado de visionarios) tiene su propia prehistoria. El famoso Barnum’s American Museum (1845-1865), situado en la esquina de Broadway con Ann Street de Nueva York, dirigido por el empresario del espectáculo y showman P. T. Barnum, fue una rareza incluso en aquella época, en plena era de descubrimientos, viajes exóticos y prototecnología. Lo que un visitante cualquiera se encontraba tras cruzar su puerta era el asombro absoluto: el gigantesco edificio era algo así como zoo, museo, sala de lectura, teatro y un ambicioso y completo freak show al mismo tiempo. Algunos objetos y fetiches que mostraba eran instrumentos científicos o extraños inventos de creadores de todo tipo. Muchos tenían una utilidad y función claras, pero otros no tanto. Como el enorme Gabinete de Curiosidades que era, pocos locales en todo el mundo le hacían sombra. Entre sus paredes creció una generación de magos y ventrílocuos, al tiempo que su dueño iba adquiriendo más y más material proveniente de colecciones particulares. Llegó a ser tan popular que en un solo día lo visitaron 15.000 personas. Su historia, sin embargo, terminó de forma abrupta. El museo se calcinó el 13 de julio de 1865 a causa de un espectacular incendio no exento de peligros para los bomberos que acudieron a sofocarlo: uno de estos falleció en las garras de un tigre del museo.

El Museo de Barnum en Nueva York

El Museo de Barnum en Nueva York

El edificio tras el pavoroso incendio que lo destruyó

El edificio tras el pavoroso incendio que lo destruyó

LANZADORES DE CUCHILLOS Y FREAKS

Más de un siglo después, en 1999, Johnny Fox, coleccionista, performer, lanzador de cuchillos, tragasables, faquir y amante de la magia, decidió emularlo. Al final de Clinton Street, en el Lower East de Manhattan Lower, abrió el Freakatorium, conocido como El Museo Loco. Cientos de objetos se exhibían en un pandemónium incomparable: momias, memorabilia de sociedades secretas, carteles de magia, taxidermia o artefactos de todo tipo.

Fox en plena actuación como tragasables

Fox en plena actuación como tragasables

El propio Fox, fan del viejo museo de Barnum, llegó a ser asiduo de algo parecido aunque más modesto, el Museo de Hubert, en la calle 42, y que visitó siendo un niño. En 2005, resultado de la potente gentrificación del barrio, el Freakatorium cerró sus puertas. A pesar de que la entrada era muy asequible (unos cinco dólares), el negocio no podía hacer frente a una fuerte subida del alquiler. Necesitaba mucho espacio para su gran colección, que languideció, lo mismo que su dueño, que regresó a su casa en Connecticut.


Fox falleció en diciembre de 2017 a los 64 años. Lo que sucedió a continuación, en noviembre del año siguiente, fue la venta masiva de los miles de objetos y fetiches de su colección, todo lo que por alguna razón resultaba inusual o sorprendente y que fue comprando durante numerosos viajes alrededor del mundo. Tan solo una semana antes de su muerte, Fox llegó a un acuerdo del precio de su colección con una conocida casa de subastas de Nueva York. Ahora, en manos de decenas de coleccionistas privados y museos, el Freakatorium está por todas partes.