La canción que debería sonar el día de la investidura
/Cerrad los ojos. Fue en 1990 pero podría ser hoy mismo, mañana o pasado. Haced la prueba. Cuando HHH, el legendario trío de hardcore surgido a finales de los ochenta en Bañolas (Cataluña), publicó A por ellos... que son muchos y están súper cachas (Potencial Hardcore), grabado en los estudios Marathon de Barcelona en abril de aquel año, el disco se abría con una canción que muchos hardcore kids, algunos como nosotros ya entrados en años, hemos tarareado y aprendido. Se llamaba «Estúpido país».
Poco después de este disco, comenzarían su andadura bajo el nombre de Rouse, donde ya podía comprobarse hasta que punto estaban fascinados por el hardcore de la vieja escuela (Negative Approach...) y el hardcore melódico (Pennywise...).
Posiblemente, muchos reconocerán de inmediato la famosa introducción al tema. Una puerta que chirría al abrirse y, seguidamente, se escuchan las voces de los políticos del momento, tanto de derechas como de izquierdas, capturando fragmentos que hacían del país un circo, una feria de atrocidades. La hemos querido retratar y traer aquí, a vuestro magazine favorito, porque es nuestra forma de explicar el sentido del pastiche histórico y de la posmodernidad enfermiza, de ese pasado que también es presente. O como todo regresa entre la gente de orden. De este momento histórico de la vieja / nueva política.
«Estúpido país»
«Vendiendo tu alma por un plato de lentejas, la paga de un mes derrochada en lotería. Aletargado en ancestrales ritos. Estúpido país. Consumiendo Sabrinas y Coca Colas, clavando jeringuillas en las playas. Expirando ante un concurso de televisión. Estúpido país. Quejándote siempre de algo, intentando parecerte a Europa. Despreciando a tus hijos e importando basura. Esperando que llegue el próximo fin de semana. Alimentando una guerra entre hermanos, dando besos en el culo a los turistas. Abriéndote paso entre un montón de mierda. Estúpido país».