La película perdida de John Carpenter
/Captain Voyeur, el extraordinario hallazgo de la primera y hasta la fecha perdida película de Carpenter, muestra a un enmascarado antecesor del famoso protagonista de Halloween inspirado en un asesino en serie real
Hasta hace muy poco nadie conocía de su existencia. Captain Voyeur es un corto amateur realizado en 1969 por un jovencísimo John Carpenter (tenía 21 años) cuando estudiaba cine en la Universidad de California, en Los Ángeles. La National Film Preservation Foundation, una entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la preservación de noticiarios, películas de cine mudo, documentales, películas caseras o de vanguardia y producciones independientes y que cuenta con el apoyo de la Biblioteca del Congreso, ha rescatado esta extraña cinta en blanco y negro de poco más de ocho minutos, perdida entre miles de cintas y sin catalogar.
El autor del hallazgo fue el archivista Dino Everett, que dio con la cinta en el archivo de imágenes Hugh M. Hefner de la USC. Al año siguiente, Carpenter comenzó a ser conocido con La resurrección de Broncho Billy (1970), que coescribió, editó y compuso la música como parte de un equipo en la USC. Esa película ganó un Premio de la Academia al mejor cortometraje de acción en vivo.
Captain Voyeur es un tributo al fetichismo y el cine underground, además de curiosas y evidentes conexiones con Halloween, la película de culto de 1978, por lo que parece como un antecedente remoto del famoso asesino. Ya entonces Carpenter estaba fascinado por los enmascarados, pero en este caso se hallaba sumergido en el mundo por entonces muy desconocido del bondage, alrededor de cual habían ido apareciendo varios asesinos en serie que cometían crímenes usando máscaras habituales en el sado. En la cinta, el protagonista enmascarado sigue a varias mujeres, las contempla a través de su ropa interior. Posiblemente Carpenter estaba familiarizado con publicaciones como la pionera Bizarre, editada en Nueva York por John Willie desde 1946. Willie se movía en un mundo contradictorio.
A pesar de su aparente «normalidad» no todos los que enviaban fotos y cartas a Bizarre estaban impulsados por los mismos motivos. Judy Ann Dull, una amiga suya y modelo, fue asesinada por Harvey Glatman, el «asesino del bondage» angelino también conocido por «El asesino de los corazones solitarios». Era su tercera víctima. Dull había aceptado posar para una sesión de fotos suya en la que se hacía pasar por fotógrafo con buenos contactos y dinero (dos horas de posado por cuarenta dólares) y que habría conocido a través de las páginas de Bizarre. Acabó con ella en el mismo estudio. A Dull le siguieron otras dos mujeres. Los Ángeles, en los sesenta, parecía una ciudad maldita. El espíritu de la Dalia Negra regresaba vestido de cuero negro, como si fuese una extraña novela de Raymond Chandler. Willie jamás superó su sentimiento de culpa por estas muertes.
«La razón por la que maté a esas chicas fue porque me lo pidieron. (Pausa) Todas lo pidieron; todas»
Cuando en 1969 Carpenter filmó Captain Voyeur, hacía una década que Glatman había sido detenido. Sin embargo, años más tarde sus crímenes se hicieron más célebres aun cuando apareció como personaje en la serie Dragnet, popular en 1967. En uno de sus diálogos el asesino afirma que «la razón por la que maté a esas chicas fue porque me lo pidieron. (Pausa) Todas lo pidieron; todas». Oficial: «Ellas te lo pidieron…». Glatman: «Claro. Ellas dijeron que preferían estar muertas antes que estar conmigo».