Las chicas quieren diversión y practicar wrestling


Cindy Lauper y su fascinación por el wrestling la llevaron a usar el alias «Mona Flambe». Participó en peleas junto a Hulk Hogan e invitó a grandes luchadores a participar en sus videos musicales

Camina por la calle despreocupada y se detiene a bailar. La canción, el éxito «Girls Just Want To Have Fun» que la encumbró a una fama más que merecida, va avanzando entre planos de una calle que el cine nos ha hecho pensar que es eterna en el paisaje de Nueva York. Vemos a Cindy Lauper en mitad de la calle, sonriendo y cantando, mientras se intercalan imágenes de su madre preocupada, consumiendo las horas esperando a su hija rebelde y consultando el reloj. Al llegar a casa, sigue cantando, pero lo hace como si le estuviera hablando a su madre. La diversión continúa. Cruza el pasillo mientras baila, hace gestos y toma el teléfono, pero una gran y peluda mano de hombre se lo impide. Es su padre, un tipo enorme y con muy mala pinta, que sin embargo es ¡reducido! por la cantante, que le hace una llave y lo sujeta contra la pared. Este fue el inicio de uno de los episodios más extraños del pop: la alianza entre Cindy Lauper y el wrestling, entonces en auge e intentando hacerse con un público más mayoritario y no solamente entre sus acérrimos aficionados. Porque aquella mano y aquel hombre era Louis Vincent «Captain Lou» Albano, un luchador profesional, manager y actor italiano-estadounidense en activo desde 1953 hasta 1969. A mediados de los ochenta, cuando conoció a la cantante y participó en el este vídeo musical, estaba retirado, aunque hacía de manager y empresario, pero fue uno de los artífices del resurgir del wrestling al implicar en su difusión a grandes artistas como ella en una vasta campaña destinada a dotarlo de una nueva imagen. Albano movió hilos entre sus contactos, habló con unos y otros. Y lo logró. 

«Tanto Cindy como el antiguo luchador tenían, sin embargo, mucho en común. Ambos eran hilarantes, teatrales y excesivos. También tenían mucho sentido del humor y del espectáculo, y amaban el wrestling»

La «WrestleMania» fue todo un éxito. Tanto Cindy como el antiguo luchador tenían, sin embargo, mucho en común. Ambos eran hilarantes, teatrales y excesivos. También tenían mucho sentido del humor y del espectáculo, y amaban el wrestling. A su alrededor, no era el único fan de este deporte. David Wolff, quien por entonces era su manager, también seguía los combates y los desafíos de aquellas primeras estrellas. Fue él quien tuvo la idea de invitar a Albano al vídeo musical, uno de los más reconocibles del pop de los ochenta, aunque inicialmente se pensó en Gorgeous George, otro legendario luchador. Aquella aparición fue el inicio de otras colaboraciones, en este caso de ella con él. No tardó en hacer su aparición en combates, donde muchas veces sonaba su música. En junio de 1984 fue entrevistada en Piper’s Pit, una sección del programa especializado Championship Wrestling, donde se habló de su colaboración con Albano.

La pareja Cindy y Albano mantuvieron la tensión, aquel extraño hermanamiento, hasta el punto de organizar un combate entre ambos (grandes amigos, pero aparentemente enfrentados, en un juego habitual en este espectáculo). Albano acudió con un veterano, The Fabulous Moolah, mientras la cantante eligió a una promesa llamada Richter. En el ring, Cindy seguía siendo la misma, una persona dotada de un magnetismo especial y siempre inusitadamente imprevisible y atrevida. Al mismo tiempo, afloraban enfrentamientos de género. Albano, teatralmente, le decía que debía «volver a la cocina», mientras Cindy se burlaba de él. Había llegado la hora de las mujeres, aseguraba.

De pronto, el wrestling se convirtió en algo muy grande, y no tardó en contar con el apoyo de personalidades como Muhammad Ali o Mr. T, aunque capitaneados por Cindy en un mundo eminentemente masculino que, sin embargo, no parecía importarle. Fue entonces cuando apareció la increíble figura del aterrador Hulk Hogan, el luchador más famoso de todos los tiempos, a quien en febrero de 1985 la cantante acompañó como si fuese su guardaespaldas hasta el ring. La combinación entre la siempre sorprendente. Cindy y aquella exhibición a medio camino entre la brutalidad física y el juego, todo un fake convenientemente presentado y con unos fans que resultaban similares a los del rock, ofreció una nueva dimensión al wrestling hasta ser lo que es hoy.

«El estreno de la película The Goonies, en cuya banda sonora participó, se convirtió en un homenaje a su profunda admiración y colaboración con aquel mundo»

Su fama como la cantante más atrevida e hilarante, siempre rodeada de deportistas que eran hombres musculosos y con alias escabrosos, se hizo cada vez mayor. El estreno de la película The Goonies, en cuya banda sonora participó, se convirtió en un homenaje a su profunda admiración y colaboración con aquel mundo, hasta entonces muy desconocido. Varios luchadores como Piper, Freddie Blassie, Albano, The Iron Sheik, entre otros, pueden verse en el vídeo musical de la película. Los luchadores le rinden pleitesía. En el álbum The Wrestling Album para la WWF, la cantante apareció con un alias, que desde entonces sería su alter ego salvaje, su firma en el Olimpo del Wrestling: Mona Flambe.