Que la muerte te acompañe
/Palillos de dientes o anillos con calaveras, minúsculos ataúdes con compartimentos secretos, sellos, guadañas e inscripciones que advertían de que tarde o temprano moriremos. Así era la joyería de luto, siempre macabra y bella
En los siglos XVI y XVII, la práctica de legar anillos pertenecientes a los fallecidos a amigos y familiares fue reemplazada gradualmente por la costumbre de dejar una suma de dinero para comprar anillos conmemorativos y de luto. Más tarde, durante el siglo XVII, se distribuyeron anillos en el funeral para ser usados en memoria del difunto. Las inscripciones memento mori, como relojes de arena, calaveras, huesos cruzados y esqueletos se pusieron de moda en muchos tipos de joyas, recordando al usuario la brevedad de la vida y la necesidad de prepararse para la vida en el mundo venidero.
En algunos casos se usaban anillos que escondían cajitas minúsculas. También las calaveras en anillos se usaban como marcadores, prensado en cera caliente para sellar una carta o paquete. Los sellos personales (secretos) proporcionaron una salvaguarda legal esencial y se usaron para firmar documentos como testamentos, escrituras de obsequios, préstamos y documentos comerciales, cartas personales y contratos de propiedad. Los anillos de sello pueden estar grabados con un escudo de armas o cresta, una inicial, una marca de comerciante (un símbolo geométrico utilizado para marcar productos o pertenencias personales) o un símbolo personal. Los retratos de los siglos XVI y XVII muestran anillos de sello usados en el dedo índice o pulgar, presumiblemente para facilitar la aplicación del anillo a la cera girando la mano. Eran artículos de joyería con una función práctica, pero el uso de metales preciosos y piedras duras grabadas indica que también eran signos de estatus.
En otros casos eran palillos de dientes que estaban coronados por una calavera que sostiene la hoz del Padre Tiempo. Una vez más, el mensaje es «Recuerda que debes morir». La interpretación directa es que, así como alguien en los siglos XVI y principios del XVII podría usar una joya colgante en forma de ataúd, o un anillo esmaltado con la cabeza de una muerte, también podría usar un palillo en forma de Padre La hoz del tiempo. La certeza de la muerte debe recordarse en todo momento.