Drogas, brujería y hombres lobo: el mundo fantástico y extraño de la revista Fate


La legendaria revista de sucesos paranormales Fate, fundada en 1948, es una celebración constante de la rareza y lo bizarro, con espectaculares portadas que fueron posteriormente imitadas por toda clase de revistas y artistas

La revista Fate publicó su primer número en 1948 con una ilustración de platillos volantes junto con un artículo de Kenneth Arnold, un relato de primera mano en el que aseguraba haber visto ovnis mientras pilotaba su avión por el estado de Washington. Arnold era algo más que un testigo creíble para el público. Como piloto profesional con unas 9.000 horas de vuelo en su haber, su historia fue una sensación nacional. El editor de Fate y escritor de ciencia ficción Raymond A. Palmer se reunió con Arnold para pulir su relato paranormal y publicarlo en el primer número de Fate, lo que le dio una gran popularidad.

La afición de Palmer por lo paranormal y la ciencia ficción comenzó de niño, sobre todo para encontrar consuelo mientras se recuperaba de un horrible accidente en el que se rompió la columna vertebral al ser atropellado por un camión a la edad de siete años. La lesión dejaría al joven Palmer con la espalda desfigurada (o jorobada), además de limitar su estatura adulta a un metro y medio. Nada de esto impidió que Palmer escribiera, editara y publicara historias de ciencia ficción bajo diversos nombres durante su larga carrera, que incluye la notable distinción de haber publicado la primera obra profesional de Isaac Asimov, Marooned Off Vesta, mientras era editor de la revista Amazing Stories. En 1948 se dedicó a la revista Fate (con su socio Curtis Fuller, que acabó comprando su parte), que sigue en activo y que, hasta la fecha, ha publicado más de 700 números repletos de relatos sobrenaturales, el más allá, el ocultismo, la brujería, el espiritismo, la percepción extrasensorial, la telepatía, la criptozoología y cualquier otra cosa que resida en los márgenes y más allá de nuestro plano de existencia. El escritor John Keel, autor del mito del Hombre Polilla, escribió regularmente para Fate e incluso dirigió la revista durante un tiempo.

Muchos de los relatos publicados en Fate fueron enviados por lectores de todo tipo que compartían sus experiencias lejanas, como uno publicado en 1956 titulado In The Magic Land of Mescaline. En el artículo, escrito por el doctor Claude William Chamberlain, relata la vez que se permitió ser objeto de un experimento científico en el que dejó caer medio gramo de mescalina. Aunque la historia del Dr. Chamberlain no es la primera documentada por un médico (el mérito corresponde probablemente a Havelock Ellis y su autoexperimentación con drogas en 1896), precede a los bien documentados viajes realizados por el actor Cary Grant durante su período de despertar al ácido, que comenzó en 1958 y concluyó en 1961, cuando Grant afirmó haber tomado al menos 100 tabletas de ácido, declarándose finalmente "renacido" gracias a su experiencia bajo la influencia de drogas (explorada en el documental de 2017 Becoming Cary Grant).