Sangre, resistencia y orgullo: así eran los sioux a ojos de los niños indios
/Una hermosa e impactante colección de dibujos realizados por niños sioux en 1913, refleja su cultura, costumbres y exterminio. Fueron donados por un misionero
En el invierno de 1913 la situación de los indios nativos americanos era la propia de una pesadilla: recluidos en reservas, sistemáticamente aniquilados en el pasado y adoptando muchos de los peores hábitos del hombre blanco. El pueblo indio parecía una sombra de lo que una vez fue. Unos años antes, en marzo de 1905, se había consumado su derrota y humillación con la participación del legendario líder apache Geronimo, y unas decenas de sus mejores hombres, en el desfile de investidura de Theodore Roosevelt para un segundo mandato presidencial, en Washington D. C.
El cambio fue tan brusco que comenzó una fase de conversiones religiosas e incluso bautismos entre los sioux. Desde el 1900 muchos sioux se bautizaron, como el mismo Alce Negro. Se dedicaron también a la agricultura y algo a la ganadería. El cristianismo se abrió paso, lo mismo que el sincretismo. En 1914 se aprobó el acta de ciudadanía, por la cual se convertían en ciudadanos norteamericanos de pleno derecho. Lo siguiente fue verlos en medio de la carnicería europea durante la Primera Guerra Mundial.
Estos dibujos e ilustraciones son un fiel testimonio de la vida de una comunidad india en 1913, pero a ojos de los niños sioux. Hay escenas de la vida cotidiana, la familia, los rituales, enfrentamientos sangrientos entre tribus o los choques con soldados. Los autores fueron seis niños habitantes de una reserva india en Fort Yates, North Dakota, donde residían los líderes sioux, durante el invierno de aquel año. Todos fueron donados un poco más tarde, en 1922, a la biblioteca de Newberry por un misionero episcopal llamado Aaron McGaffey Beede, que fue el promotor de los dibujos como forma de inmortalizar las condiciones de vida y la cultura india en aquellos terribles años.