«Se retratan cadáveres a domicilio»: los fotógrafos post mortem españoles


Anselmo J. Benítez o Eugenio Mattey fueron algunos de nuestros fotógrafos dedicados a la impactante fotografía post mortem. Se ofrecían para retratar a los fallecidos en sus casas


 [Fotografías vía Mesa Revuelta]


Anselmo J. Benítez era un incansable emprendedor canario. Además de la fotografía se dedicaba a otras muchas facetas, entre ellas la principal, como impresor en Tenerife, y a la fabricación de jabones, comercialización de piedra pómez del Teide, fabricación de tintas de imprenta y hasta de materiales para la construcción, de uno de los cuales llegó a tener patente propia. También ofrecía sus servicios de fotografía: «En las ocasiones de luto de las familias, estos grandes retratos son para los que sobreviven el más precioso recuerdo de las personas difuntas», rezaba uno de los anuncios de su taller. Benítez no tenía problema alguno en la difusión de su arte.

Disponía de periódico propio desde 1883, Las Noticias, subtitulado como «periódico independiente», lo que hacía referencia a que no estaba sujeto ni dependía de ninguna facción política. En Las Noticias insertaba mucha publicidad comercial, como sus anuncios post mortem, y numerosos artículos de divulgación científica o cultural o temas literarios.

 

Retato de un bebé fallecido

Retato de un bebé fallecido

Fotografías de José Rodrigo y J. Suárez, c. 1870

Fotografías de José Rodrigo y J. Suárez, c. 1870

Antonio García. Retrato de niño muerto, 1910

Antonio García. Retrato de niño muerto, 1910

Anónimo. Cadáver laureado del pintor Mariano Fortuny y Marsal, 1874

Anónimo. Cadáver laureado del pintor Mariano Fortuny y Marsal, 1874

COMO SI NO ESTUVIERAN MUERTOS




 «En ocasiones, los ojos abiertos se pintaban manualmente sobre los párpados cerrados»



No era el único fotógrafo dedicado a la fotografía post mortem. En aquellos años de plena expansión de la industria fotográfica, esta clase de fotografía estaba suficientemente normalizada. Otro fotógrafo pionero en el retrato post mortem fue Eugenio Mattey (1808–1877), que se dedicaba a la fotografía desde 1848 y que, tras sus inicios precarios, inauguró su estudio fotográfico en el tercer piso del número 19 de la Rambla barcelonesa. Allí vendía fotografías y postales, pero también enseñaba el arte de la fotografía. Y una novedad que gustaba mucho a sus clientes: podía fotografiarlos no en la azotea, como había sucedido hasta entonces, sino en el interior, en un bonito salón. Sus encargos eran variados, pero como el resto de aquellos primeros fotógrafos eran frecuentes las llamadas «tarjetas de visita», retratos que se incorporaban a una tarjeta, entonces de moda, y que servía para mostrarla en actos sociales. Mattey, en un anuncio publicado en el Diario de Barcelona, fechado el 3 de abril de 1856, se ofrece a «pasar a domicilio para sacar los retratos de las personas difuntas, con la especialidad de dejar el retrato en su animación vital y en la postura que se desee».

Pla Janini. Clase de disección, 1901

Pla Janini. Clase de disección, 1901

Venancio Gombau. Sala de disección, Salamanca, hacia 1910

Venancio Gombau. Sala de disección, Salamanca, hacia 1910

Fernando Navarro, Duelo en Totana (Murcia).Hacia 1905

Fernando Navarro, Duelo en Totana (Murcia).Hacia 1905

Otros muchos fotógrafos españoles que se dedicaron a la fotografía post mortem fueron Enrique Marquerie, Fernando del Fresno, Enrique Gómez, Ramón García Duarte, Juan Evangelista Canellada, Benjamín R. Membiela, Lorenzo Cabeza o Valentín Vega.

La fotografía mortuoria tenía su propio pasado en las imágenes de religiosos fallecidos, frecuentes en cuadros y pinturas. La primera de las fotografías de este tipo está fechada en agosto de 1839, pero a partir de entonces abunda el material retratado y se convierte en algo bastante frecuente. No se interpretaba como algo siniestro o morboso, sino como un recuerdo bello de los seres queridos fallecidos. La fotografía, entonces un arte que empezaba a ser conocido, se difunde como un retrato veraz de la realidad. Se asegura que las imágenes, los daguerrotipos, son una copia absolutamente exacta de la realidad, por lo que la imagen del difunto, «tal y como era», acompañaría a sus seres queridos durante toda su vida. Se extendió mucho más en el caso de los retratos de bebés y niños fallecidos a muy corta edad. En todos los casos aparecen vestidos elegantemente y maquillados, o retocadas las fotografías a mano, con sus familiares al lado. En ocasiones, los ojos abiertos se pintaban manualmente sobre los párpados cerrados. En América Latina, donde abundó, se llamó fotografía de «angelitos» a los retratos de niños y bebés.

Collado. El novillero Enrique Pérez Ferrando muerto en la plaza de toros de Albacete, agosto de 1919

Collado. El novillero Enrique Pérez Ferrando muerto en la plaza de toros de Albacete, agosto de 1919

Anónimo. Los cadáveres de los bandoleros El Pernales [a la derecha] y El Niño del Arahal, exhibidos tras ser abatidos por la guardia civil, Villaverde de Guadalimar, 6 de octubre de 1907

Anónimo. Los cadáveres de los bandoleros El Pernales [a la derecha] y El Niño del Arahal, exhibidos tras ser abatidos por la guardia civil, Villaverde de Guadalimar, 6 de octubre de 1907

Otras muchas fotografías no pertenecían a la muerte natural. Artistas y criminales, bandidos y terroristas fueron fotografiados para inmortalizarlos. Pernales o Mateo Morral, retratados tras ser tiroteados y muertos, son encarnaciones españolas de los legendarios outlaws del Salvaje Oeste, igualmente objeto de fotografías post mortem. Hay imágenes que son más perturbadoras, como aquellas en que los fallecidos son retratados cenando junto a los suyos, como si la muerte no hubiese acontecido. Incluso eran retratados junto a objetos que los definían o que les eran inseparables o que estaban relacionados con la muerte, como un reloj que marca la hora exacta del fallecimiento. En las expresiones de quienes los acompañan no hay tristeza; posan con gesto grave pero no triste. Hay una simulación de la vida, un sueño reparador.

[Colección de fotografías post mortem del Muséu del Pueblu d´Asturies]

Microsoft Word - Coleccion Post mortem14.jpg
Microsoft Word - Coleccion Post mortem15.jpg