The Witch’s Cradle, la película oscura y surrealista de Marcel Duchamp y Maya Deren
/The Witch’s Cradle, dirigida por la directora Maya Deren, poderosamente influenciada por el surrealismo y la antropología (unos pocos años más tarde, Deren viajó a Haití para investigar el ritual y la danza del vudú), es una película experimental de menos de doce minutos, posiblemente no terminada y sin sonido, y con la aparición estelar de Marcel Duchamp, al que vemos sentado en una silla, siendo protagonista de las ensoñaciones y pesadillas de la bruja, interpretada por Mata Pajorita y que, en un momento, dado, rodea su cuello con una cuerda simulando ser ahorcado.
La belleza de Pajorita es deslumbrante, simulando gestos y escenas de terror gótico y simbología ocultista. Fue rodada en 16 mm en 1943 en el The Art of This Century de Manhattan, abierta un año antes y dirigida por Peggy Guggenheim. El diseño de la galería, absolutamente vanguardista, intentaba generar en los visitantes el sentido de experiencia y donde el surrealismo y los propios surrealistas habían contribuido a su aspecto final.
La película está repleta de simbología oculta, desde el vestido hasta los sellos (uno de ellos, un pentagrama, acaba impreso en la frente de quien hace de bruja, donde puede leerse un enigmático: «The end is the beginning is the end») e imágenes, que recuerdan a las cartas del tarot, muy presentes y utilizadas por el ambiente surrealista francés. Lo mismo que el empleo de cuerdas e hilos, que van y vienen por la película, y que habían sido objeto de una exposición surrealista en la misma galería.