Miles Davis y el culto «asesino»
/El nombre de George Clinton, líder de Funkadelic, como seguidor del culto apocalíptico y psicodélico El Proceso / Iglesia del Juicio Final, ha sorprendido a muchos. Sin embargo, ese caso me parece absolutamente lógico y solo me extraña que otros nombres (¿Sun Ra?) no se hubiesen adscrito en su día al grupo.
Pero quizá el nombre que más me ha sorprendido ha sido el de Miles Davis. Su conexión con el mundo oculto nos era desconocida, pero en el clima de los últimos años sesenta y con algo tan espectacular e interesante como El Proceso, no resulta del todo descabellado.
El culto, inspirado por una mezcla entre paganismo y afán por liberar todas las energías (positivas y negativas) atrajo a celebridades como Mick Jagger, Klaus Kinski o Marianne Faithfull, entre otros. Metidos de elleno en la era psicodélica, los procesanos a menudo eran vistos como satánicos. Esta teoría partía sobre la base de que ellos adoraban por igual a Cristo y Satanás. Su creencia era que Satanás tiene que reconciliarse con Cristo, y ellos se reunirán en el fin del mundo para juzgar a la humanidad: Cristo para juzgar y Satanás para hacer juicio. También hay quienes aseguran que fueron los inspiradores de Charles Mason y La Familia. Fueron calificados de culto «asesino»:
«Rechazar la validez del predicador de la condena, el jehovano, y el predicador de la paz a toda costa, el luciferino, y el predicador de la violencia como el único modo para acabar con el ciclo de violencia al que estamos entregados, el adorador de Satanás; rechazar los tres y esperar que toda la desagradable situación se arregle sola; quitarle importancia a la guerra; quitarle importancia a la violencia en nuestras vidas; pasar toda la responsabilidad del hecho de la guerra a otros; menospreciar el efecto de la guerra en el mundo; condenar todas las formas de actitud extrema hacia la guerra; éstos son los caminos de la ceguera y de la cobardía. Este es el camino de lo gris».
El Proceso
¿Qué sabemos? Pues que Mr. Davis fue visitado hasta en dos ocasiones, en su misma casa, por procesanos. Tiempo antes, había contribuido con donativos al grupo y mostrado interés por sus historias y fatales predicciones, todo eso de «Jehová, Lucifer y Satanás unidos en la lucha». Esta etapa pudo conducir a la publicación de discos como Live-evil, en noviembre de 1971 (grabado el año anterior), rodeado de conceptos esotéricos y grabado en unos estudios que el propio músico llamó su «pequeña Iglesia».
Aunque, posiblemente, la culminación de los intereses de Miles por las ideas esotéricas sea Agartha, su disco de 1976 y referencia directa a los mitos agarthianos y el reino oculto bajo la tierra que tanto inspiraron a los grandes filósofos de lo oculto contemporáneos.