Inglaterra ensangrentada

La revuelta de Gordon, los disturbios más cruentos y célebres de la historia de Inglaterra, nos han ido acompañando durante años. Nuestros amados King Mob tomaron el nombre de El Rey de la Turba, una pintada aparecida en las paredes de una prisión. Luego, lo que vino a continuación, nos ha inspirado y servido para sucesivos artefactos y lanzamientos que causarían la envidia de los mismos ingleses: el amor armado de Angry Brigade, la furia de Sex Pistols (Glen Matlock, uno de sus miembros, acabó formando una banda. Su nombre: ¡King Mob!). También los Motherfuckers están conectados con todo eso. Ahora, en Londres Noir, El Libro Negro del Crimen, vuelve a aparecer la sombra de Gordon, de la destrucción protestante. 

Entre las decenas de biografías y relatos y sus tantas ilustraciones (pirómanos, envenenadores, sediciosos, piratas, asesinos, caníbales, estafadores…) aparece Lord George Gordon, su líder. 

Tras los disturbios de 1780, Su Majestad inició su particular venganza: «Las atrocidades cometidas por grupos de hombres violentos y rebeldes en diversas zonas de esta metrópolis se extendieron con tal violencia en la forma de actos de felonía y traición, superaron hasta tal punto toda autoridad civil y amenazaron de un modo tan directo con la inmediata subversión de todo poder legal, la destrucción de cualquier propiedad y la confusión de cualquier orden del estado, que me he visto obligado, por todos los vínculos de deber y afecto que me unen a mi pueblo, a sofocar, dondequiera que se produzcan, esas insurrecciones rebeldes y mantener la seguridad pública mediante la aplicación más inmediata y eficaz del poder que el parlamento me ha confiado». ¡England in blood!