La juerga de los curas flamencos en honor del cólera
/Esta deliciosa ilustración de Antonio Macipe se titula Juerga de curas flamencos en honor del cólera, por el trabajo que ha venido a proporcionarles y está fechada en julio de 1887.
El pueblo, aterrorizado ante los desastres que el cólera ha causado en la población, se entregó al rezo y la oración, así como a todo tipo de ofrendas a la Iglesia. Los curas, gracias a las calamidades, se convertían en casi héroes del pueblo. Si la plaga remitía, se «debía» a la intervención divina del clero. La ilustración apareció en el gran periódico El Motín, un periódico que apareció en 1881 con el subtítulo «Periódico satírico semanal» y que, con el tiempo, se convirtió en la publicación más importante de la edad dorada de la prensa satírica en España.
El Motín, al parecer, estaba muy conectado con el ambiente progresista y masónico de la época, y entre las ideas que defendía estaba el anticlericalismo feroz. Su fundación se debe al republicano José Nakens (1841-1926), quien llegó a sufrir hasta ¡47 excomuniones! y numerosas detenciones, lo que lo condujo a la miseria económica, recibiendo la ayuda de la Asociación de la Prensa de Madrid. Los redactores del periódico, por su parte, respondieron excomulgando a los obispos en nombre de «Fray Motín, obispo de la religión del Trabajo en la diócesis del Sentido Común».
Sin embargo, Nakens pasó a ser recordado como el «encubridor» del anarquista Mateo Morral, quien en 1906 intentó asesinar a Alfonso XII. Lo que había pasado, según la versión de Nakens, es que Mateo Morral había entrado en la redacción de El Motín a primera hora de la tarde tras lanzar la bomba sobre los reyes y después de conseguir que Nakens le prometiera que guardaría en secreto la noticia que iba a confiarle, le explicó lo que había hecho. Mateo Morral pasó la noche en casa de un tipógrafo de la imprenta de El Motín gracias a las gestiones de Nakens —que le dio cobijo «por hombre, por necesitado de amparo, porque confió en mi palabra y en mi honor y porque si hubiera yo delatado a ese anarquista soñaría todas las noches con un agarrotado por mi delación, más que por su crimen»— y, al día siguiente, se marchó, suicidándose tras disparar contra un guarda jurado. Varios días después Nakens y dos tipógrafos fueron detenidos por encubrimiento. Poco antes de morir, Nakens resumió su vida de esta manera: «Nací pobre, fui soldado, he trabajado mucho y no soy rico». El periódico, en su momento, llegó a vender unos veinte mil ejemplares, aunque Nakens fue impulsor de una serie de exitosos folletos bajo el título Biblioteca del Apostolado de la Verdad, así como unas Hojitas piadosas, que alcanzarán los cien mil ejemplares.
El Motín, después de 45 años de existencia, publicó su último número el 6 de noviembre de 1926, en plena dictadura primoriverista. Seis días después, falleció Nakens.