Batwoman, bandidas y no muertos: los maravillosos carteles de cine mexicanos
/Una selección de los impactantes carteles mexicanos de los años cuarenta y cincuenta: bandoleras, crímenes atroces, venganzas y locura
En el otoño de 2008, Ramón Figueroa, profesor asociado de español en el Millsaps College en Mississippi, donó su colección personal de carteles de películas mexicanas y cubanas a la Colección de Cultura Popular de las Bibliotecas Smathers de la Universidad de Florida, en honor a Efraín Barradas (LAS / Spanish y Estudios portugueses), su exprofesor y amigo. Debido al regalo de Figueroa, la Universidad de Florida ahora tiene la mayor colección pública de carteles de películas mexicanas en los Estados Unidos.
En febrero de 2009, se recibió una pequeña subvención de 4500 dólares para conservación, digitalización y creación de metadatos para la colección. Cuando se le preguntó sobre su colección (en la página web de Millsaps College), Figueroa dijo lo siguiente:
«Supongo que todo comienza con mi etapa en el Caribe, donde México es uno de los grandes centros culturales incluso hoy, y más aún en la década de 1970. Crecí con telenovelas, cómics, música y películas mexicanas, pero todo esto estaba tan naturalizado que nunca sentí curiosidad acerca de su país de origen porque parecen una parte tan normal de mi mundo. Cuando finalmente llegué a México en 1989, como tantas otras personas antes, me enamoré de la cultura. Adquirí máscaras y cerámicas mexicanas hasta 1994, cuando me cambié a coleccionar carteles. Debo señalar que esta colección no existiría sin Ebay. Hice casi todas mis compras a través de este servicio, y conocí a coleccionistas de los Estados Unidos, México, España y Francia. Los carteles son una gran expresión de una época en que México hizo una inversión en la cultura popular como una forma de promover los valores y las virtudes que unificarían a la sociedad y consolidarían el poder del sistema. Creo que es muy interesante que algunos de los artistas de carteles (como Josep Renau o Ernesto García Cabral) también fuesen muralistas. Se debe realizar una investigación sobre el cartel mexicano como un ejemplo de la cohesión estética del arte patrocinado por el gobierno en México antes de los años sesenta.
Los carteles cubanos son un área secundaria de interés, pero a medida que los coleccionaba, respondía a las mismas influencias que experimenté mientras crecía. Después de la revolución, Cuba se convirtió en un modelo social para la gente de mi generación, y la cultura cubana, que siempre ha sido una gran fuerza en mi país, se hizo aún más dominante. Como era el caso en México antes de 1960, el gobierno revolucionario cubano se convirtió en un gran patrocinador de la cultura popular por razones propagandísticas. El poder de los productos culturales de la revolución cubana en América Latina es innegable. Es muy interesante que, tan diferentes como son visualmente los carteles mexicanos y cubanos, sus imágenes son indicativas de fuerzas sociopolíticas similares».
[Vía Colección de Cultura Popular de las Bibliotecas Smathers de la Universidad de Florida]