Cuando la RAF apareció en Cádiz
/A finales de los 80, la llamada «tercera generación» de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) atentó en Cádiz contra el Comité de Revisión de Defensa de la Alianza Atlántica. Un hecho inusual, porque nunca antes las Baader-Meinhof habían operado en territorio español.
Aunque el grupo, a finales de los años ochenta, había sufrido todo tipo de cambios, escisiones y detenciones, una nueva generación surgida a partir de los grupos de apoyo y las luchas sociales de aquellos años (la causa palestina, la energía nuclear, las revoluciones latinoamericanas), mantenía a la organización activa. Era la llamada «tercera generación» de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), una organización armada surgida a finales de los sesenta y famosa internacionalmente por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, que en sus inicios dieron nombre al grupo, conocido popularmente como la Baader/Meinhof.
Los objetivos de la organización se habían trasladado a los acuerdos de colaboración militar internacionales, o las grandes organizaciones de defensa como la OTAN. En la segunda mitad de los años ochenta hubo asesinatos, como el de Gerold von Braunmühl, perteneciente al Ministerio alemán de Asuntos Exteriores y mano derecha de su por entonces ministro Genscher, entre otros, que lograron que la RAF regresase a la escena internacional y se acallasen aquellas voces que proclamaban su salud moribunda, en pleno descenso y supuestamente a punto de disolverse.
Sin embargo, en junio de 1988, la RAF, que nunca había atentado en suelo español, apareció nada más y nada menos que en Cádiz, donde se frustró un atentado con bomba dirigido contra el Comité de Revisión de Defensa de la Alianza Atlántica, encabezado por el británico Michael Bell, que había acudido a Cádiz para reunirse con mandos militares españoles y sin gran protección policial.
No existían pistas de miembros de la RAF residentes en España, por lo que la seguridad alrededor de la cumbre fue discreta. Los invitados, en total setenta y dos personas, se alojaron en el Hotel Playa de la Luz, cercano a la base militar hispano-estadounidense y habitual entre los turistas alemanes.
Un comando formado por tres personas (dos hombres y una mujer), que llegaron a Cádiz varios días antes, siguió a la comitiva y preparó un atentado, que sería realizado por medio de una moto bomba. No pudo ejecutarse por un error en el dispositivo del ciclomotor, que explotó accidentalmente cuando el grupo se encontraba muy cerca de la reunión, en la playa de Punta Candor.
La detonación, que no hirió a ninguno de los tres, hizo que un vecino llamase a la policía, que llegó al cabo de pocos minutos y fue tiroteada por el grupo, sin que hubiera heridos. Los agentes describieron a un joven «rubio y de complexión atlética» como el autor de los disparos, quien logró huir tras arrojar una bolsa que contenía dos detonadores y también un temporizador, que tenía fijada la hora de las 12:30 de la mañana para que se activase, además de ocho kilos de explosivo. Los tres, después de secuestrar a punta de pistola una furgoneta de un inglés, obligaron a que este los llevase hasta Chipiona, donde su rastro se perdió. Fue precisamente el conductor de la furgoneta quien por el acento aseguró que se trataba de alemanes.
Aunque la policía afirmó haber atrapado al grupo, este pudo huir. Sin embargo, años más tarde, fue detenida Andrea Klump, que había entrado en la RAF a mediados de los ochenta tras una temporada en el Líbano y Damasco. En 1999 fue detenida y condenada a nueve años de prisión por el fallido atentado de Cádiz. Actualmente sigue en prisión.