El beso que lo cambió todo o Star Trek como campo de batalla
/El 8 de septiembre de 1966 se emitió el primer episodio de la serie Star Trek y, como suele decirse, el resto es historia, y no solo historia de la ciencia ficción. A la serie original de 80 episodios le seguirían a lo largo de los años 13 películas y más de 600 episodios divididos en 5 series, pero sería aquella primera tripulación del Enterprise la que haría nacer una leyenda que continua hoy día.
Su creador, Gene Roddenberry, era un veterano piloto de la II Guerra Mundial que tras trabajar para la Pan Am pasó a formar parte del cuerpo de policía de Los Ángeles.
Su pasión por le escritura le valdría primero un puesto en la oficina de prensa y después un buen número de guiones vendidos a series de TV, lo que finalmente le hizo dar el salto y dejar los cuerpos de seguridad. Antes de la llegada de la serie que le daría fama mundial y entre episodios para un show u otro, tuvo lugar un acontecimiento que haría patente el carácter de Roddenberry. En 1959 fue contratado para guionizar una nueva serie que, bajo el nombre The riverboat, tendría lugar en un barco de vapor, que daría servicio en el rio Mississippi del año 1860. Al enterarse que ninguno de los actores seria de color, comenzó una discusión con la productora en contra de la decisión que supondría su despido.
Muchos han querido ver en The riverboat algunas de las señales identitarias de Star Trek, algo que puede estar sujeto a interpretación, pero lo que está claro es que la lucha de Roddenberry por los derechos civiles sí traspasaría las fronteras del Mississippi para llegar al espacio exterior, haciéndose acompañar en ese viaje por la igualdad de la mujer. En contraposición de la Guerra Fría de los años sesenta, el espacio que mostraba Star Trek, así como el puente de mando de la Enterprise donde se desarrollaba gran parte de la serie, eran una suerte de visión utópica de las Naciones Unidas, donde se daban cita personajes de diferentes razas y etnias. En este sentido, cabe destacar por sus papeles protagonistas en aquella serie original al celebérrimo vulcaniano Señor Spock, al piloto japonés Hikaru Sulu, que rompía con los estereotipos con los que se había condenado a los actores asiáticos en la televisión de la época, y al navegante de origen soviético Pavel Chekov, que haría su aparición ya en la segunda temporada, rompiendo otro molde en el que los rusos siempre eran los enemigos.
Pero por encima de estos tres personajes estaba la Oficial de Comunicaciones Nyota Uhura que, además de ser mujer, era afroamericana. Al igual que los asiáticos, pocos actores negros habían tenido oportunidad de ir más allá de los estereotipos a los que los guionistas les condenaban, por lo que el papel de Uhura fue preponderante en esa representación de un espacio igualitario que tuvo Roddenberry.
A pesar de todo ello Nichelle Nichols, la actriz que daba vida a Uhura, entendió que su papel no era tan importante como el resto de sus compañeros, por lo que decidió abandonar el programa al finalizar la primera temporada. Sin embargo, una llamada telefónica le hizo cambiar de decisión.
Tras una llamada telefónica, Martin Luther King, gran seguidor de la serie, le hizo entender a Nichols que ese papel, por muy secundario que fuese, se había convertido en un modelo a seguir para la comunidad afroamericana, por lo que la actriz decidió quedarse, pudiendo de esta forma ser la protagonista junto al Capitán Kirk, interpretado por Willian Shatner, del primer beso interracial de la historia de la TV en el episodio Los hijastros de Platón, en la tercera temporada de aquella serie que, además de explorar el espacio infinito rompería los limites existentes en nuestro pequeño planeta.