La noche en que Crass y The Exploited actuaron juntos
/La desconocida otra historia de una de las «guerras» punks más célebres y que ha acabado con palizas, boicots y mucha polémica
«Sí que es cierto, el punk ha muerto. Es solo otro producto barato para la cabeza de los consumidores», podía escucharse en las primeras estrofas de «Punk is dead», incluida en el clásico de Crass The Feeding of the 5000 publicado en 1978. Por aquellas fechas, tras casi dos años de discos y bandas, escándalos y anarquía, el movimiento punk parecía agotado. Se había popularizado. Imitado hasta la hilaridad, el punk comenzaba su marcha por el desierto de la provocación. Todo era previsible, domesticado, forzado. Se había vuelto aburrido. Crass, los representantes de la anarquía y el compromiso político en el punk, o al menos la banda más célebre y que había logrado transformar un grupo musical en toda una comuna, una herramienta a través de la cual expresarse una constelación de anarcopunks, activistas de la paz y contra la guerra, animalistas y veganos, y feministas, anunciaban el final de una era.
«Inmediatamente se desató una batalla entre la facción Crass y la tropa de seguidores de The Exploited, la mayoría de ellos punks de crestas kilométricas y skinheads que, en la mayoría de los casos, adoptaban posiciones políticas ambiguas»
Lo que expresaba «Punk is dead», con todo lo que tenía de arma arrojadiza en el interior del mismo punk, era compartido por sus seguidores. Sin embargo, tres años más tarde, cuando precisamente el punk se volvía más rápido y agresivo, surgiendo el hardcore y el oi! como hermanos bastardos de este, otra banda, The Exploited, tomó ese mismo mensaje para impugnarlo: el punk había sobrevivido. Ellos eran la prueba evidente. Punks Not Dead fue su álbum debut, tras un single publicado el año anterior que en su cara b contenía una diatriba antimod titulada «Fuck the mods».
Se trataba de un disco caótico y ruidoso y que vio la luz en 1981 por Secret Records. Inmediatamente se desató una batalla entre la facción Crass y la tropa de seguidores de The Exploited, la mayoría de ellos punks de crestas kilométricas y skinheads que, en la mayoría de los casos, adoptaban posiciones políticas ambiguas. En las calles, mientras tanto, avanzaba la ultraderecha y Margaret Thatcher anunciaba guerras y recortes sociales.
Entre los punks se discutía continuamente y, a veces, incluso se llegaba a las manos. Muchas bandas de aquella primera ola punk habían tirado la toalla ante la proliferación de skins nazis en los conciertos punks. Las peleas eran frecuentes. Sham 69, quizás el mejor exponente de una buena idea convertida en su rostro tenebroso, lo comprobaron cuando durante un célebre concierto cada cierto tiempo se producían peleas entre el público y la banda debía parar, intentar poner orden y cordura, y continuar entre gritos y botellazos.
«Durante una entrevista, cuando fue preguntado por Crass, [Wattie] no dudó en afirmar que eran “una panda de pajilleros”»
Crass y The Exploited parecían representar dos mundos enfrentados, sin puntos de conexión, pero como en todo, se trató en gran parte de una construcción cultural del punk fabricando sus propios mitos. No era real, al menos entre los mismos miembros de Crass y The Exploited. Posiblemente, fueron sus fans quienes se tomaron al pie de la letra la ironía y la provocación de Wattie Buchan, el cantante escocés al frente de la banda y personificación de la nueva oleada punk, quien por entonces era relativamente desconocido, un punk escocés provocador y amante de las drogas y las peleas. Pero todo eso cambió con la publicación de su primer y exitoso disco. De pronto, su banda (personificada en él) se hizo famosa. Durante una entrevista, cuando fue preguntado por Crass, no dudó en afirmar que eran «una panda de pajilleros». Sus fans amplificaron aquella rivalidad. Surgieron imitadores, otras bandas que en sus letras cargaron contra Crass, como Special Duties, que al año siguiente del debut de The Exploited publicaron su primer disco, seguido del single «Bullshit Crass» (Rondelet Records), que imitaba la estética de los discos de Crass, stencil y blanco y negro. Special Duties acusaban a Crass de destruir la escena punk por su actitud pacifista y politizada, crítica con la violencia en la escena y sus declaraciones sobre el machismo entre los mismos punks. The Exploited, según esta idea que no era cierta, representaban a la «verdadera» clase trabajadora inglesa. Frente a ellos, aseguraron Wattie y muchos de sus seguidores, Crass eran unos hippies y arties. Para Special Duties, el famoso lema «Fight wars not war» se transformó en «Fight Crass, not punk», como una ironía que escondía parte de aquel discurso.
Rough Trade y Small Wonder, dos de los grandes sellos punks y los más comprometidos políticamente, boicotearon el single, que apenas circuló. La aventura de Special Duties, convertida en una banda «maldita» y sin casi canales de distribución por las rivalidades entre facciones, terminó en poco tiempo. En 1983 la banda se separó. Steve Ignorant de Crass tuvo la oportunidad de discutir con el cantante de Special Duties, que incluso parodiaba su propio nombre (se llamaba Steve Green, pero no dudó en cambiar su apellido por el de «Arrogant», en contraposición a Ignorant), asegurando que se trató únicamente de un truco publicitario para atraer la atención sobre su banda, que se habían «atrevido» a criticar a Crass, ya convertida casi en un culto, según confiesa en el libro The Day the Country Died: A History of Anarcho Punk (1980–1984), la gran obra sobre la historia del movimiento. Pero, aunque jamás ambos grupos tocaron juntos, sí que lo hicieron junto a sus teóricamente más enconados enemigos, The Exploited, el 5 de julio de 1983 en el 100 Club de Oxford Street, en plena guerra entre punks.
Sucedió por iniciativa del mismo Wattie, que conocía a Annie Anxiety, artista de Nueva York que se había trasladado a vivir a Inglaterra y unido al clan de Crass y la comuna Dial House. También apoyó el show Garry Bushell, periodista apodado «el padrino del oi!» y que servía de puente entre los fans de Crass y The Exploited. En Crass Records, el sello del grupo, había publicado el ep Barbed Wire Halo (1981).
Ambos grupos decidieron que la aparición de The Exploited no sería anunciada. Tras caerse una banda (posiblemente Serious Damage) y una vez que terminaron de tocar Crass (que comenzaron su show precisamente con su canción «Punk is dead») y Annie Anxiety, se anunció al siguiente grupo: The Exploited!, ante la sorpresa de la mayoría de los fans que no tenían ni idea de la aparición de Wattie y sus chicos. «Fue una noche realmente bonita», recordó Steve Ignorant en el libro, añadiendo que al principio tenían reticencias en aceptar la idea frente a la amenaza de una noche de violencia, pero finalmente el concierto se realizó. Al parecer, Wattie, cansado de polémicas y críticas hacia su banda, a la que acusaban de vínculos con skins nazis, fue quien lo planeó junto con Annie, siempre dispuesto a intentar tender puentes y demostrar que en el fondo se trataba de problemas de comunicación, miedos y fronteras artificiales las que provocaban los enfrentamientos y las guerras: «Pensó que sería algo bueno para él», añadió Steve. Skinheads con botas y tirantes, punks de enormes crestas y chaquetas con remaches y parches de anarquía y paz en medio de una tensión extraña e imprevisible. «No hubo grandes peleas», precisa, casi como un alivio. Precisamente, la amistad de Wattie y la artista anarquista Annie Anxiety visibilizó aquellas divisiones. En una ocasión, cuando la acompañó al Centro Ibérico, un conocido centro social anarquista londinense donde se celebraba un concierto punk, fue rodeado y acosado por fans de Crass que, tras conducirlo a los baños, le interrogaron sobre sus letras y sus supuestos vínculos con bandas nazis. Varias chicas, que lo acusaron de machista y misógino, le arrojaron agua sucia de los retretes, según afirmó Andy Martin, miembro fundador de The Apostles, otra de las grandes bandas anarcopunks de la época, y uno de los testigos. Wattie huyó, pero la guerra se mantendría por los siglos de los siglos.
Las fotografías de la histórica cita: Crass y The Exploited