Los Panteras Negras que llegaron de Bombay
/El black power también fue indio. En 1972, un grupo de radicales indios fundó el Dalit Panther a imagen y semejanza de los radicales negros de Estados Unidos. Combatieron a Gandhi y al hinduismo
Huey P. Newton, uno de los líderes de los legendarios Panteras Negras, formados en Oakland en 1966 y causantes del resurgir del movimiento negro y, por extensión, de la revolución en Estados Unidos, lanzó unas escandalosas palabrasante la televisión nacional. Afirmó que ellos, los uniformados y armados panteras, estaban dispuestos a enviar «soldados del pueblo» para ayudar a los vietnamitas en su lucha contra el imperialismo de su nación. Políticos y prensa le atacaron, acusándolo de fomentar el terrorismo en su propio país. Sin embargo, para entonces, a pesar de las iniciales resistencias de los panteras al internacionalismo proletario, ya se hablaba de una hermandad entre todos los pueblos oprimidos del mundo. En Estados Unidos, se habían unido a puertorriqueños, indios y cubanos. Era la época de las revoluciones en medio mundo. Angola, Nicaragua, las revueltas en Europa. Los radicales negros aseguraban, en una confusa mezcla entre maoísmo, marxismo y cierto anarquismo, que eran la vanguardia de un nuevo tiempo.
Sus organizados y numerosos programas sociales lograron crear una red de hospitales autogestionados, guarderías y centros de enseñanza en los guetos de ciudades como Oakland, San Francisco o Chicago, entre otras, cuyo objetivo último era el control comunitario de los barrios. Pero lo más sorprendente de todo es que su red funcionaba, o al menos así fue hasta que, en los últimos años de la década, decenas de ellos fueron asesinados por la policía y sus sedes atacadas y tiroteadas día y noche.
Sin embargo, cuando esto sucedió habían ya servido de inspiración para revolucionarios en todo el mundo. En el Reino Unido o Nueva Zelanda surgieron capítulos de la organización, cada uno con sus propias realidades. Sin embargo, donde más lejos llegó fue en la India, inspirando a un grupo de izquierdistas indios que en 1972, en Maharashtra, al oeste del país, decidieron convertirse en panteras. No eran negros, estaban a miles de kilómetros de Oakland, pero su ejemplo y estilo podía exportarse a su propia realidad.
«Para ellos, Gandhi había creado un sistema inamovible de castas. Todos, incluidos los opresores, lo reivindicaban. Al igual que sucedía con los Panteras Negras, defendieron la autodefensa armada, aunque años más tarde muchos se hicieron budistas»
Los Dalit Panthers, como se llamaron, utilizaron la ya célebre imagen de la pantera. Prácticamente, en esta poco conocida secuela de los hombres y mujeres que patrullaban armados y vestían con chaquetas de cuero negras o marrones, les imitaron en todo. Combatían el ancestral feudalismo hindú en nombre de una democracia moderna que no llegaba a la India tras los avatares de la colonización. Surgidos de la descomposición del Partido Republicano de la India, una facción de ellos, influidos por los movimientos izquierdistas de los sesenta, decidieron convertirse en modernos panteras. Introdujeron el feminismo, que crecía en Europa en una rica segunda oleada, lo mismo que las ideas de la Nueva Izquierda. Reivindicaron que otro black power era posible, como manifestaron al año siguiente, cuando publicaron su propio manifiesto. Ese mismo año organizaron una manifestación por las calles de Bombay celebrando lo que para ellos era el «Black Independence Day» («Kala Swatantrya Din»), pero para entonces se había desatado una cruel represión contra los disidentes. Comparaban su pasado y el de sus colegas estadounidenses de una forma similar. Los antepasados de los panteras habían sufrido la feroz esclavitud, pero ellos habían padecido los desmanes y la explotación del imperialismo británico. Se trataba de visiones intercambiables.
Manifestación en recuerdo de la muerte del líder dalit Bhimrao Ambedkar. Fotografía: Javed Iqbal
También, a diferencia del resto de grupos progresistas, rechazaron la herencia de la no violencia de Gandhi. Para ellos, Gandhi había creado un sistema inamovible de castas. Todos, incluidos los opresores, lo reivindicaban. Al igual que sucedía con los Panteras Negras, defendieron la autodefensa armada, aunque años más tarde muchos se hicieron budistas, siendo conocidos como el «Dalit Buddhist Movement». Los indios que quisieron ser panteras negras fueron algo bastante insólito, la prueba de la fortaleza y alcance de la retórica negra. Y de lo terrible de aquel tiempo que prendía fuego en el mundo «por cualquier medio que sea necesario», como afirmó Malcolm X. Como dijo J. V. Pawar, uno de sus fundadores, «la revolución no puede esperar».