¡No tocar! ¡Peligro de muerte!

En una época en la que muerte y la electricidad iban de la mano, el médico austriaco Stefan Jellinek fundó el Museo Electropatológico de Viena y se convirtió en un pionero en materia de prevención de accidentes domésticos y riesgos laborales.


[Vía Flashbak]

La llegada de la electricidad a los hogares y a la industria durante la segunda mitad del siglo XIX vino acompañada de numerosas lesiones y muertes por electrocución, ya fuera por imprudencia o puro desconocimiento. Por aquel entonces, el Dr. Stefan Jellinek desarrolló un tratamiento experimental para la presión arterial basado en los estudios de Galvani sobre la estimulación eléctrica de los nervios motores. Saludado por la comunidad científica como una eminencia en el campo de la electropatología, decidió aplicar sus conocimientos al campo de los primeros auxilios, el cuidado de los heridos, la histopatología y la prevención de accidentes.

Durante sus años como médico forense, Jellinek llevó a cabo un análisis pormenorizado de los accidentes eléctricos, incorporando a sus registros una sorprendente colección de especímenes (desde árboles alcanzados por un rayo hasta las microscopías de toda clase de lesiones eléctricas) que a día de hoy forman parte del archivo del Museo Electropatológico de Viena, fundado por él mismo en 1936.

La siguiente colección de ilustraciones pertenece a Elektroschutz en 132 Bildern (Protección eléctrica en 132 imágenes), un manual didáctico publicado en 1932 con el que el Dr. Jellinek contribuyó a salvar muchas vidas.