Objetivo: matar al Presidente. Las alargadas sombras de Charles Manson y Patty Hearst
/25 de enero de 1971. Un jurado popular emite veredictos de culpabilidad contra la que se conoció como la célebre «Familia Manson».
8 de agosto de 1974. El 37º presidente de los EE. UU., Richard Nixon, dimite de su cargo tras la larga polémica conocida como el Escándalo Watergate. Su vicepresidente, Gerald Ford, le sustituyó en el cargo.
Estos dos hechos en apariencia inconexos trabarían relación el 5 de septiembre de 1975 cuando el presidente Ford estaba de visita en Sacramento. Aquel día, una monja con un extraño hábito rojo se acercó al mandatario con la aparente intención de hablar con él sobre la reforestación de secuoyas en el estado. Sin embargo, escondida debajo de su vestido llevaba una Colt del calibre 45 con la que encañonó y disparó al presidente. Durante los primeros instantes las sombras de Dallas se cernieron sobre Ford y su equipo de seguridad, hasta que el alivio se apoderó de los rostros de los presentes. El arma no estaba cargada y la «monja» fue detenida.
Su nombre era Lynette Fromme, y poco tardaron en descubrir las autoridades que formaba parte de aquellos miembros de la Familia Manson que no estuvieron relacionados de forma directa con los asesinatos que dieron con los huesos de aquellos en la cárcel.
Bien conocida por la policía por haberse manifestado en los jardines de los juzgados donde se celebró el juicio contra sus «familiares» y como consecuencia de su intento de magnicidio, Fromme estrenó una ley sancionada a resultas del asesinato de Kennedy y que condenaba a cadena perpetua a todo aquel que intentase atentar contra la vida de un presidente de los EE. UU.
No fue esta la única ocasión en que se atentaría contra la vida de Gerald Ford. Diecisiete días después de la primera intentona, Sara Jane Moore, militante de grupos de la izquierda revolucionaria y fascinada por la figura de Patricia Hearst y el Ejercito Simbiótico de Liberación, efectuaría un disparo que pasó a escasos centímetros de la cabeza del presidente Ford, siendo desarmada en el mismo instante por un marine que presenció los hechos.