¡París eterna! Las espectaculares fotografías en color de la antigua ciudad de la luz


Hace más de un siglo, un banquero francés contrató a varios fotógrafos para que filmasen y retratasen en color de los bajos fondos parisinos y sus gentes. El resultado es el asombro absoluto. Nunca viste París con esta luz

En 1909, Albert Kahn, un poderoso banquero francés, viajó con su chófer y fotógrafo, Alfred Dutertre, a Japón por negocios y regresó con muchas fotografías del viaje. Esto lo impulsó a comenzar un proyecto muy ambicioso: un registro fotográfico de todo el planeta. Nombró a Jean Brunhes como director del proyecto, y envió a cuatro fotógrafos a todos los continentes para grabar imágenes del planeta utilizando planchas Autochrome y los primeros cinematógrafos. La placa autocroma (en francés: Autochrome) fue un procedimiento fotográfico en color, de síntesis aditiva. Patentado en el año 19031​ por los hermanos Lumière​ y comercializado en 1907,​ resultó ser el único procedimiento en color disponible hasta el año 1935.

El resultado es un gigantesco mapa coloreado del mundo que se conoció como Los archivos del planeta. El proyecto duró 22 años y la colección asciende a 72,000 fotografías en color y 183,000 metros de película de medio centenar de países.

Una de las ciudades en la lista era París. En 1914, Leon Gimpel, Stephane Passet, Georges Chevalier y Auguste Leon comenzaron su trabajo. Las fotos muestran el bullicio diario de la vida parisina, con escaparates pintados de rojo brillante, paredes cubiertas de fotografías o soldados a la espera de ser movilizados para la línea del frente, ya que los combates se sucedían a muy poca distancia de un París que parecía vivir en otro mundo. La ciudad de la luz cobra una nueva vida, generando conmoción por la vida que respira, lo chillón de sus colores en vestidos, casas y paisajes, incluso en los barrios bohemios que siempre estaban rodeados de un halo de «oscuridad». El famosísimo Moulin Rouge cobra otro aspecto. Las calles, a diferencia de hoy, no están atestadas. Los vecinos y vecinas hacen vida en la calle, los niños juegan en las aceras.