Y la rabiosa oscuridad llegó: Siouxsie and the Banshees en España
/Te enseñamos las fotografías que se conservan del paso en 1979, por vez primera en Madrid, de Siouxsie and the Banshees. Se temían altercados, que no se produjeron, y sus teloneros fueron unos jovencísimos Nacha Pop
Fue un lunes de un mes de abril. El año, 1979. The Scream, álbum debut de la Siouxsie and the Banshees, lanzado en noviembre de 1978, los había catapultado a los más alto de la escena punk y la new wave. Se habían lanzado dos singles, «Hong Kong Garden» y «The Staircase (Mystery)», este último tan solo un mes antes del show.
La juventud madrileña acudió en masa al Teatro Barceló, aunque inicialmente iban a hacerlo en el Monumental pero sus dueños se negaron ante la posibilidad de altercados, actuando como teloneros unos jovencísimos Nacha Pop, que salieron al escenario temiendo la hostilidad de punks y nuevaoleros y sin que ni tan siquiera hubiesen publicado su primer disco. Para ellos, aquello fue todo un acontecimiento: gracias a las gestiones de Polydor, pasaron de tocar en colegios mayores y pequeños locales a hacerlo en una sala con capacidad para dos mil personas. Sin embargo, todo fue bien, empezando su show cuando aún estaba entrando el público.
«El fotógrafo, el gran Ray Stevenson, habitual retratista de la banda, logró capturar lo que eran en realidad: un grupos de adolescentes pasándoselo en grande, en el momento en que su carrera comenzaba a crecer y crecer»
Siouxsie and the Banshees llegaron a España, en la histórica cita que los hizo actuar por vez primera en nuestro país, cuando estaban preparando los temas para Join Hands, segundo disco, que saldría publicado en septiembre de aquel año. Un día antes, el periodista José Manuel Costa, que describió a la banda como «rock expresionista», publicó la noticia en El País, haciendo un interesantísimo análisis de la banda:
«Lo mejor que tienen Siouxsie and the Banshees es que no resultan obviamente “enrollados”»
«La música de esta gente es sin duda rock, pero también, sin duda, un rock muy especial. Las relaciones con el expresionismo morboso de un Fritz Lang o un Edward Munch devienen inmediatas, tanto por el ambiente como por el nombre del disco. Y, sin embargo, el disco, su portada, intenta reflejar una pesadilla: la agonía que produce bucear en una piscina llena de gente sin saber si encontrarás sitio para emerger y respirar (referencia a El nadador, de John Cheever, llevado posteriormente al cine). Otra referencia que puede encontrarse son las producciones siniestras y sombrías que Bowie, Eno e Iggy Pop realizaron estos últimos años en Alemania: muros de sonido, metal sobre metal, cada instrumento va por su lado y sus papeles no son los clásicos. Pero sobre las alucinaciones de la guitarra, de las síncopas airadas de la voz de Siouxsie, siempre hay algún ritmo machacón en el que uno puede engancharse, recibir y darle marcha al cuerpo. Es una lástima que las letras no se entiendan, porque, finalmente, y como ellos mismos dicen: “La imagen no es imágenes, no es lo que parece”. Lo mejor que tienen Siouxsie and the Banshees es que no resultan obviamente “enrollados”. Sus canciones son éxitos de venta y se presentan como inteligibles a numerosos niveles, desde el más literario hasta el simbólico. Claro que esto ocurre siempre, pero lo interesante de un personal como lan Dury, Devo, Elvis Costello, XTC, Lene o Lovich es que todo parece intencionado, pero más claro y vital que mil discusiones o pensamientos subterráneos».
Que sepamos, solamente se conservan dos fotografías de su paso por la capital. En las imágenes, tomadas en algún hotel del centro, los vemos divirtiéndose en su habitación. El fotógrafo, el gran Ray Stevenson, habitual retratista de la banda, logró capturar lo que eran en realidad: un grupos de adolescentes pasándoselo en grande, en el momento en que su carrera comenzaba a crecer y crecer.
La repercusión de la banda en España fue importante. Al Teatro Barceló acudieron muchos de los protagonistas de la escena musical y artística de la época, marcándoles la imagen y puesta en escena de la gran Siouxsie, impactante y oscura, frenética y estimulante. Aquel pequeño gran cataclismo inspiró a grandes artistas como Ana Curra o Los Pegamoides, Radio Futura (Santiago Auserón había desatado una campaña en defensa de la nueva ola en sus columnas publicadas bajo el nombre de Corazones Automáticos) o Paraíso, entre muchos otros.
El set list del 23 de abril de 1979, que incluyó como bis una versión del «Helter Skelter» de The Beatles, fue el siguiente: Jigsaw Feeling / Playground Twist/ Metal Postcard (Mittageisen) / The Staircase (Mystery) / Placebo Effect / Regal Zone / Switch / Hong Kong Garden / Premature Burial / Suburban Relapse / Overground / Icon / Pure / The Lord's Prayer / Helter Skelter.