Viaje a la Barcelona de las barracas (1925-1935)
/Un álbum de fotografías muestra diversos aspectos del chabolismo en la ciudad de Barcelona en torno a los años 1925-1935, acompañado de un informe que lleva por título "Índice de la información gráfica. Informe efectuado por la CNT-FAI".
[Vía Arxiu Nacional de Catalunya | Col·lecció Àlvar Castells]
Encuadernado con tapa dura, contiene un total de 76 fotografías, todas numeradas. La autoría de una parte importante de ellas ha sido atribuida a la sociedad de fotoperiodistas formada en la década de 1920 por Ramon Claret y Artigas y Joan Bert y Vila, dado que casi la mitad de las imágenes corresponden a negativos sobre placa de vidrio conservados en el fondo de los dos fotógrafos, depositado también en el Archivo Nacional. Es probable que el resto de fotografías sean de los mismos autores, pero hoy por hoy no es posible asegurarlo.
Viviendas sin agua corriente ni luz cuyas puertas daban a calles sin asfaltar, en las que vivían muchos de los trabajadores que construían el recinto de la Exposición Universal de 1929.
Además de las barracas, algunas fotografías presentan otras modalidades de vivienda precaria, como una casa vieja ocupada por múltiples familias, vagones de tren en desuso reaprovechados o una cueva. La finalidad de las fotografías era la de ilustrar un informe sobre las características de las barracas y de sus agrupaciones: los materiales de construcción, sus formas, si eran aisladas o formaban calles, patios o barrios, si eran en un entorno urbano, en la playa o en la montaña, cuál era su funcionalidad (cocina, tienda, común, lavadero), etc.
El punto de partida se encuentra en la década de los años 20 cuando Barcelona ya contaba con 6.000 barracas y un centenar de núcleos que se extendían por toda la ciudad: desde el litoral y la montaña de Montjuïc hasta los dos extremos del Eixample o a los pies de la montaña de Collserola. Con los años, las barracas se fueron extendiendo y aparecieron nuevos asentamientos en el Carmel, la Diagonal o el propio barrio de la Perona.
En los años 20, Barcelona ya contaba con 6.000 barracas y un centenar de núcleos que se extendían por toda la ciudad: desde el litoral y la montaña de Montjuïc hasta los dos extremos del Eixample
Viviendas sin agua corriente ni luz cuyas puertas daban a calles sin asfaltar, creando barriadas como la de la Magòria, l’Animeta o el Polvorí, áreas en las que vivían muchos de los trabajadores que construían el recinto de la Exposición Universal de 1929. Y precisamente por ella, antes de su inauguración, se decidió derribar gran parte de las 3.500 barracas que cubrían sus colinas. Familias que fueron realojadas en las afueras de Barcelona.
A partir de la investigación del Arxiu Nacional de Catalunya, se ha elaborado un mapa interactivo para determinar la ubicación de las barracas en la ciudad mediante la herramienta "Instamaps" del ICGC, que además de facilitar la visualización de las ubicaciones permite acceder a la descripción completa de cada una de las imágenes dentro del portal Arxius en línia.