Big in Japan: cuando los héroes del manga salían en la Superpop
/Si aspirabas a ser un músico famoso en los años 80 y no te sacaron en portada de la revista de japonesa ‘8 Beat Gag’, será porque nunca llegaste a la cima. Durante más de una década, los lápices de la prolífica dibujante de manga Atsuko Shima retrataron a los ídolos del pop internacional que obsesionaron a la juventud japonesa.
La pequeña Atsuko empezó a garabatear en su cuaderno mientras escuchaba la radio. A la mayoría de sus artistas favoritos solo los conocía de oídas y cuando dibujó por primera vez a los Beatles hacía más de una década que se habían separado. Ante un poster de David Bowie, se sentía en presencia de un unicornio. Escuchaba a Deep Purple y Led Zeppelin aunque le intimidaba su aspecto. A pesar de todo, adoraba dibujarlos. Tanto que a menudo era incapaz de esperar a llegar a casa para hacerlo y se entretenía en clase pintarrajeando las ilustraciones de los libros de texto.
Lo que más le divertía era convertir figuras históricas en estrellas del glam rock: en sus manos, Séneca era Freddy Mercury y Luis XVI se maquillaba como Alice Cooper. De vuelta a casa, soñaba con convertirlos en los protagonistas de sus propias historietas. Le gustaba especialmente dibujar a Robert Plant porque parecía salido de las viñetas de Yasuke Aoike, con su característica melena rubia, los enormes ojos azules y la ambigua pose de dandy. Admiraba tanto el trabajo de Aoike que llegó a saltarse las clases para esperarle a la puerta de la editorial para la que trabajaba y así poder mostrarle sus bocetos en busca de consejo.
La combinación de ‘fan service’, humor surrealista y cultura pop resultó tan irresistible para el público de la época como los memes de internet a día de hoy
Al terminar el instituto, Atsuko consiguió hacerse un hueco como ilustradora en un par de revistas dirigidas al público adolescente, y sus caricaturas de celebrities fueron tan celebradas que le propusieron publicarlas en forma de historieta. La premisa surgió de una broma privada: ¿por qué no bajar del pedestal a los músicos de moda y mandarlos de excursión por Japón? «Hace falta ser idiota para salir de casa con este calor», se queja Robert Smith. «Seguro que veremos a muchos de esos en nuestros conciertos», le responde John Taylor.
La combinación de fan service, humor surrealista y cultura pop resultó tan irresistible para el público de la época como los memes de internet a día de hoy. Más que parodiar a los artistas, lo que Atsuko pretendía era homenajearlos, apelando a la complicidad de su entorno para acercarlos aún más los lectores. Los artistas más populares del momento, como David Sylvain, Ryuichi Sakamoto, Siouxsie & The Banshees, Ultravox, Peter Murphy, Madonna o Boy George asomaron por sus páginas, ya fuera por aclamación popular por deseo expreso de sus discográficas.
Los artistas más populares del momento, como David Sylvain, Ryuichi Sakamoto, Siouxsie & The Banshees, Ultravox, Peter Murphy, Madonna o Boy George asomaron por sus páginas, ya fuera por aclamación popular por deseo expreso de sus discográficas
Sin ir más lejos, en 1984 una de sus historietas formó parte del lanzamiento internacional de Two Steps From The Move de Hanoi Rocks. Un guiño cómplice de la banda de Michael Monroe hacia su legión de admiradores japoneses, poco meses antes de su traumática disolución tras la muerte de su batería Nicholas Dingle “Razzle” en un accidente de coche. Años más tarde, Atsuko viajó a la Isla de Wight para visitar su tumba. Ninguno de sus compañeros recordaba su emplazamiento así que tuvo que localizar a sus padres llamando, uno por uno, a todos los Dingle del listín telefónico.
El valor añadido de la nostalgia por los años ochenta ha encumbrado a Atsuko como artista de culto, y podría decirse que ha envejecido igual de bien que sus creaciones, disfrutando de una segunda juventud gracias a las reediciones y ejerciendo como anfitriona y promotora de las fiestas 80 Rock Disco que periódicamente se celebran en Tokio y Osaka.