Nuestro secreto «Woodstock»: esvásticas, desertores y rock and roll en pleno franquismo
/Las imágenes nos parecen irreales, provenientes de cualquier otro lugar menos de Canarias y aún menos ante el dato de su fecha: octubre de 1970, aún con el franquismo en pleno vigor restrictivo y censor. Pertenecen al legendario Festival de Moya, Gran Canaria, una especie de «Woodstock en miniatura» según Benjamín Domínguez, autor del fundamental libro Historia de las primeras bandas de rock en Gran Canaria (1961-1971). Una experiencia personal. Durante el concierto se pudo ver a un público ataviado con esvásticas y collares, luciendo pelo largo y vaqueros. En una de las instantáneas que se conservan, un hombre levanta el brazo haciendo el saludo fascista. En otra, una chica mira a la cámara con una gorra en la que puede verse una esvástica.
Fue un acto que se coló de imprevisto. Quizás el que pudiera celebrarse fue debido a que su organizador, la persona que solicitó permiso a la autoridad gubernativa franquista, era un médico mexicano apasionado de la cultura macrobiótica y de ideas modernas con gran reputación en el pueblo de Moya, del que era vecino.
La convocatoria, que despertó una gran extrañeza entre los seguidores del rock and roll, la psicodelia y el pop en las islas, supuso un gran acontecimiento. El adelantado semanario Sansofé definió el evento como «Juerga Pop en Moya». Hasta la plaza de la Candelaria de Moya acudieron decenas de jóvenes, muchos de ellos con una imagen inaudita para la época, no solo en Canarias sino también en la península. «La gente del pueblo estaba ligeramente alterada con tanta "excentricidad" juvenil —afirma el escritor—. Se descargaron algunas críticas oficiales por el excesivo "hippismo" mostrado por el público joven».
El concierto transcurrió sin la intervención policial e incluso las bandas interrumpieron su actuación cuando pasó la comitiva de un entierro. Stu and Drak, los cabezas de cartel (también actuaron un grupo creado para la ocasión llamado El Teje Canelo y un americano desertor de la guerra de Vietnam), era una banda increíblemente avanzada. Eran progresivos y sofisticados. Además de sus propios temas, hacían versiones de The Beatles, Free o Ten Years After, entre otros.
Habían surgido en 1966, antes que bandas con cierto parecido como Smash o Máquina y, dos años más tarde, llegaron incluso a ganar un concurso televisivo nacional llamado Tele Club Campo Pop y que era dirigido y presentado por Alfredo Amestoy.
El programa resultaba un soplo de aire fresco en la televisión nacional. Fue ideado por el Ministerio de Información y Turismo y la poderosa red de 4000 teleclubs que en 1968 recorrió todo el país para elegir al mejor grupo de «pop rural». Su nombre derivaba del movimiento Sturm und Drang («tormenta e ímpetu»), un movimiento romántico alemán surgido a mediados del siglo XVIII. Finalmente, en 1970, Stu and Drak aparecieron en la televisión nacional con un precario videoclip de su canción «Man of the world». Fueron pioneros de muchas cosas que vinieron luego, escribiendo una historia secreta (hoy no tanto) de la disidencia del rock en el corazón del franquismo. Su música y aquel puñado de fotografías son la prueba de ello, de aquella «tormenta» y aquel «ímpetu».