El secuestro que nunca fue: U2 y Bono, objetivos del IRA
/«Un día, 15 minutos después de salir de un café de Marlborough Street, en Dublín, toda la calle estalló, una bomba había explotado, me salvé por poco», confesó Bono al escritor Michka Assayas en el libro Bono: In Conversation With Michka Assayas. En aquella sucesión de testimonios, declaraciones y revelaciones el cantante, que durante los primeros ochenta fue acusado de simpatizar con el republicanismo irlandés (es decir, el IRA), se refirió a sí mismo como objetivo del grupo terrorista. Y lo hizo, además, en dos ocasiones, como casi víctima de un atentado y como posible secuestrado.
Según dijo, el IRA estaría molesto por sus continuas declaraciones en las que denunciaba las conexiones del terrorismo proirlandés con organizaciones más o menos legales que en suelo estadounidense estarían recibiendo fondos para fines violentos. En 1974, Bono afirmó haber escapado milagrosamente de un atentado del IRA. Sin embargo, el atentado al que se refería no había sido realizado por el IRA sino por un grupo paramilitar unionista que en 1993 lo reivindicó. Sucedió el 17 de mayo de 1974, cuando explotaron de forma simultánea dos coches-bomba en Dublín y Monaghan y que dejaron 33 muertos y cientos de heridos.
Pero su principal conexión, al parecer, fue un plan para secuestrar a U2 en la exitosa gira de 1987 Joshua Tree Tour durante su estancia en el hotel Europa de Belfast. Bono dijo que tras un concierto estuvieron bebiendo y se acostaron muy tarde. A la mañana siguiente, tuvo la sospecha de que unos desconocidos, que afirmó que se trataban de militantes terroristas proirlandeses, habían estado en su misma habitación.
El miedo de Bono llegó hasta los servicios secretos británicos, el M16, que supuestamente creían en esta posibilidad. Bono, en el libro, afirma que la policía había tomado las huellas digitales de los dedos y los pies de todos los miembros del grupo «por si eran secuestrados».
Las disputas y controversias entre el pasado de U2 y el IRA no acabaron ahí. En el 2016, el Sinn Féin, para celebrar su centenario, utilizó una obra sound-alike (obras que, partiendo de una preexistente, toman su melodía y principales notas, es manipulada y editada para que se distancie de su original pero, al mismo tiempo, sea perfectamente reconocible, con lo que no pagan derechos de autor) de U2, en este caso, la famosa canción «Sunday bloody sunday», que trata de los terribles sucesos de Derry, Irlanda del Norte, el 30 de enero de 1972, cuando una manifestación terminó con 13 muertos, después de que las tropas británicas abriesen fuego contra los manifestantes.
Los responsables de la campaña política del partido republicano afirmaron que habían tomado la canción de un repositorio de música supuestamente libre de derechos basado en melodías sound-alike, entre las que estaba la canción. No la retiraron, a pesar de las amenazas del grupo y su compañía. La sentían como «suya».