¿Exaltación fascista o «fiesta pro-subnormales»? El reportaje de Blanco y Negro sobre los famosos contrarios a la Constitución
/Semanas antes de someterse a referéndum la Constitución, se celebró en un hotel de cinco estrellas de Madrid una fiesta en la que destacadas personalidades y artistas mostraban su apoyo al franquismo y su oposición al cambio democrático.
Bucear por las hemerotecas de los periódicos españoles resulta una experiencia inenarrable que depara descubrimientos como el que le presentamos a continuación: una fiesta de exaltación fascista, que no está claro si explica la deriva ultraderechista actual, el mito de la España democrática o hace que todo sea aún más confuso.
Según un reportaje del suplemento Blanco y Negro de ABC, uno de los periódicos más importantes del país, el 12 de octubre de 1978 se celebró en un hotel de cinco estrellas de Madrid una fiesta organizada por la Confederación Nacional de Combatientes y en la que participaron más de cuarenta artistas más o menos de primera línea.
El evento se producía casi tres años después de la muerte del dictador y apenas unas semanas antes de la celebración del referéndum para aprobar la Constitución, por lo que, más que una fiesta con motivo del Día de la Hispanidad o de la Virgen Pilar, parecía un evento propagandístico para pedir el no en la votación.
Según relataba Blanco y Negro, «poco a poco el gran salón se fue poblando de camisas azules, de boinas rojas o negras, de cruces de San Andrés» y de otros invitados que, aunque compartían sentimiento e ideología, prefirieron ir de paisano. Por ejemplo, la cantante Marcia Bell, el director de cine José Luis Sáenz de Heredia, Antonio Garisa, la actriz Paloma Cela y su prima Violeta, el boxeador Dum-Dum Pacheco, el periodista Antonio Olano y los actores Valeriano Andrés y Fernando Sancho que, además de organizador, hizo las veces de presentador del acto. No asistieron, a pesar de estar invitados, la duquesa de Franco (hija del dictador), los duques de Cádiz (Carmen Martínez Bordiú, nieta de Franco, y Alfonso de Borbón), Blas Piñar y Pilar primo de Rivera.
El evento era una especie de festival fin de curso de colegio de curas, con actuaciones de lo más variopintas aunque, eso sí, monotemáticas: el franquismo, el falangismo, el fascismo, por mucho que algunas, como Marcia Bell quisieran disimularlo: «soy apolítica. Mi profesión es cantar para todo el mundo», declaraba la artista, mientras que en el escenario se sucedían los recitados de poesías de Agustín de Foxa, autor de Madrid de corte a checa, los cantos «contra la Constitución y el aborto» como los del cantante venezolano Luis Fajardo o las improvisaciones como las de El Príncipe Gitano —«No ha preparado nada, pero como es de los nuestros…», explicaban los organizadores—. Hubo hueco hasta para la osadía y la provocación cuando el Dúo Límite interpretaron en su actuación «un poema de Antonio Machado musicado por Serrat».
Ya de madrugada, después de dar buena cuenta de las viandas y las bebidas, llegó el momento álgido de la reunión. Se trataba de las actuaciones de la vedette Carmen Apolo, que cantó «Yo soy así… ¡fascista!», y de De Raymond, conocido cantante falangista, que interpretó «Banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda» mientras hacía ondear una bandera en el escenario y los asistentes, puestos en pie y con el brazo en alto haciendo el saludo romano, coreaban la canción.
Al día siguiente de su celebración, el acto tuvo bastante eco en los medios de comunicación que, además de hacer mención a las afinidades ideológicas de los asistentes, afirmaron que los artistas que habían actuado no habían cobrado ningún caché. Para confirmar este hecho, la redactora de Blanco y Negro, Inmaculada Martín, llamó a Violeta Cela que reconoció el hecho, al tiempo que realizaba unas declaraciones un tanto desconcertantes: «Yo soy apolítica totalmente; no pertenezco a ningún partido. Vine porque me dijeron que era un festival benéfico pro-niños subnormales y me brindé a vender flores o lo que fuese».