La voz de Walt Whitman
/Un misterio rodea esta grabación, que podría ser el único registro sonoro de la voz del gran Walt Whitman
La misteriosa cinta apareció a mediados de los años cincuenta en los archivos de la radio NBC, como parte de una colección de audiocasetes de poetas. El locutor de la emisora, Leon Pearson, fue el primero que quedó asombrado al identificar, o eso le pareció, la voz del poeta Walt Whitman recitando su poema América durante 38 segundos. Pero existían problemas. Desde comienzos del siglo veinte, cientos de grabaciones circulaban por emisoras y casas de discos, en fonogramas y posteriormente discos y casetes en los que actores simulaban la voz de eminencias ya fallecidas, como presidentes, actrices o personajes del espectáculo. Identificar la voz de alguien fallecido décadas antes y de la que no existe ningún registro sonoro resulta extremadamente complicado, por lo que de pronto, lo que pareció un descubrimiento emocionante, comenzó a generar serias dudas. ¿De quién era aquella extraña y masculina voz, al mismo tiempo recia y grave?
La grabación, tras ser archivada, pasó desapercibida hasta que en 1974 se incluyó en un recopilatorio titulado Voices of the poets. Larry Don Griffin, un investigador de la obra de Whitman, redescubrió la grabación en los archivos del Midland College. La casete seguía siendo un misterio. Había sido editada por Audio Text en 1974. Cuando Don Griffin intentó dar con la compañía, esta había desaparecido sin dejar rastro, pero publicó un texto, Whitmans Voice, que recogía las teorías en torno a la validez de la grabación.
«Horace Traubel, quien conoció al poeta en los últimos años de su vida, del que llegó a publicar una biografía, describió su voz como “fuerte y resonante, llena de música, como si fuese la de un rico tenor”»
Lo cierto es que podría ser su voz. El ensayista y escritor Horace Traubel, quien conoció al poeta en los últimos años de su vida, del que llegó a publicar una biografía, describió su voz como «fuerte y resonante, llena de música, como si fuese la de un rico tenor». La grabación concuerda con las declaraciones de Traubel. Sin embargo, la principal prueba que parece indicar que pudo existir una grabación con la voz de Whitman son dos cartas pertenecientes a la Edison National Historic, en West Orange, New Jersey. En la correspondencia, el 14 de febrero de 1889 Thomas A. Edison manifiesta su interés por grabar la voz del poeta, dándole instrucciones a su secretaria personal para que escriba a un amigo personal de Whitman, el historiador Sylvester Baxter, e inicie las gestiones para grabarla. Ese mismo día, Edsion envió otra carta, en este caso a Jesse H. Lippincott, presidente de la North American Phonograph Company, la empresa que vendía los ya famosos fonogramas de Edison, donde le pregunta si le interesaría que se publicase y vendiera una grabación con la voz de Whitman. Pero en este punto la oscuridad se hace con la historia y es imposible seguir el rastro de cualquier otra documentación que arroje luz sobre la autenticidad de la voz de la grabación. Lo único que queda es lo que siempre fue Whitman, un misterio.