Los secretos del Victorian and Albert Museum de Londres
/Vishnú, Kali o Durga aparecen en todo su (terrorífico) esplendor en una gran colección de láminas de mitología hindú donde no faltan descuartizamientos, matanzas y animales mitológicos
El Victorian and Albert Museum de Londres conserva una de las colecciones más bellas de litografías sobre mitología hindú de mediados del siglo XIX. Las obras, en color y generalmente de autor desconocido, producidas en Calcuta, muestran a distintas deidades, como Vishnú, dios hindú de la preservación y la bondad, principal deidad del vaisnavismo (visnuismo). Al ser el creador del universo, fue él quien decidió desdoblarse en tri-murti (tres formas), a veces descrita como la Trinidad hinduista: Brahma (el Creador del mundo, en la modalidad de la pasión), Vishnú (el Preservador, en la modalidad de la bondad) y Shiva (el Destructor, en la modalidad de la ignorancia). Narasimha, cuarta encarnación suya, es particularmente terrorífico, como puede verse en una de las láminas. Y, por supuesto, Kali. La aparición más temprana de Kali es la de un destructor de las fuerzas del mal. Es la diosa de una de las cuatro subcategorías del Kulamārga, una categoría del Saivismo tántrico. Con el tiempo, ha sido adorada por movimientos devocionales y sectas tántricas de diversas maneras como la Madre Divina, la Madre del Universo, Adi Shakti o Adi Parashakti.
Las sectas shakta, hindúes y tántricas, además, la adoran como la realidad suprema o Brahman. Ella también es vista como protectora divina y la que otorga moksha o liberación. Kali a menudo es retratada de pie o bailando sobre su consorte, el dios hindú Shiva, quien yace calmado y postrado debajo de ella. Kali es adorado por los hindúes en toda la India.
Lo mismo que Durga. En el marco de la mitología hindú es es una de las muchas manifestaciones de la diosa madre de todo el universo. Representa la fuerza femenina divina, Shakti, en estado de calma. Durga no le teme a nada ni a nadie y además posee un extraordinario sentido del humor.