Películas, política, poesía... y pop: la versatilidad creativa de Pier Paolo Pasolini
/Durante los años 60, además de su carrera cinematográfica, política y literaria, Pier Paolo Pasolini trabajó como letrista para la industria de la música pop.
Aunque es conocido principalmente por su carrera como realizador cinematográfico, Pier Paolo Pasolini desarrolló otras profesiones. Entre ellas destacan las de actor, periodista, ensayista, novelista, dramaturgo, pintor y militante político. No obstante, durante algunos años también trabajó como letrista de canciones pop e incluso llegó a grabar sus propios discos, aunque no en el rublo de canción moderna sino en el de la poesía recitada.
Su primera colaboración para el mundo discográfico fue con una de sus actrices fetiche, Laura Betti. La actriz de Teorema, Orgía o Novecento (esta de Bertolucci), grabó en 1960 el disco Laura Betti con L’Orchestra di Piero Umiliani, en el que se incluían dos temas de Pasolini, Valzer della troppa y Macrì Teresa Detta Pazzia. Las letras del realizador boloñés fueron musicadas por Piero Umiliani, compositor de cientos de piezas aunque conocido principalmente por Máh-Ná-Mah-Ná, canción que The Muppets hicieron mundialmente famosa en 1969.
En 1962, fue el propio Pasolini el que grabó un single a 33 RPM para la RCA Italiana en el que leía su poema La Guinea y que fue publicado en Edizioni Letterarie, una serie en la que también participaron otros destacados escritores como Giuseppe Ungaretti, Salvatore Quasimodo, Eugenio Montale. Un año más tarde grabó un segundo single leyendo la pieza Poesia In Forma Di Rosa y la experiencia no se volvió a repetir.
Durante una década el realizador se mantuvo al margen del sector discográfico pero, en 1972 la cantante Gabriela Ferri grabó Gabriella, i suoi amici… e tanto folk, un disco en el que la artista romana interpretaba canciones a dúo con artistas como Laura Betti, con la que grabó Valzer della troppa y Cristo al mandione, un tema que Pasolini había escrito en colaboración con el músico Piero Piccioni.
Esta colaboración no dejaba de ser llamativa porque, si bien Piccioni era un talentoso músico de jazz y autor de numerosas bandas sonoras para películas de Mario Monicelli, Luigi Comencini, Luchino Visconti, Roberto Rosselini o Dino Risi, pertenecía a la oligarquía italiana y estuvo implicado en varios delitos. Además de algún que otro asunto de drogas e Piccioni tuvo un papel relevante en la muerte de Wilma Montesi, cuyo cadáver apareció en mitad de una playa, después de que la joven hubiera acudido a una fiesta en la que participó Piccioni.
Nacido en una buena familia, Piccioni era hijo de Attilio Piccioni, destacado político de la Democracia Cristiana que, durante una época, estuvo enfrentado con el mismísimo Giulio Andreotti, con el que se disputaba los principales cargos del partido. Sin embargo, cuando se filtró a la prensa que Piero Piccioni había estado implicado en la muerte de Montesi, las ambiciones políticas del padre, o más bien sus posibilidades de ascender dentro de la Democracia Cristiana, se esfumaron. A pesar de todo Piccioni hijo fue absuelto de los cargos y continuó su carrera como si nada hubiera sucedido.
La última incursión de Pasolini en el mundo de la música pop se produjo unos meses antes de su brutal asesinato en la playa de Ostia, y estuvo relacionada con el mundo del cine. En 1974 se estrenó Sweet Movie, una película del realizador serbio Dusan Makavejev cuya banda sonora fue escrita por el griego Manos Hatzidakis. En ella se contenían dos temas cantados, Is The Life on The Earth? y Les Mauvais Enfants De La Vallée que fueron adaptadas al italiano por Pasolini con el título de C'è Forse Vita Sulla Terra? y I Ragazzi Giù Nel Campo, respectivamente, e interpretadas por la cantante Daniela Davoli.