Prehistoria del ruido: así sonaba en 1962 el legendario Fuzz-Tone
/En 1962, cuando la compañía Gibson introdujo en el mercado de los pedales y efectos de sonido para la guitarra eléctrica, entonces casi en sus comienzos, el legendario Fuzz-Tone, popularizado años más tarde, nadie en la empresa dudó que sería un éxito comercial, llegando a producirse hasta 5.000 unidades. Inicialmente, el pedal no estaba pensado tanto en las posibilidades de distorsión que lo harían célebre sino en el hecho de que un guitarrista podría llegar a imitar el sonido de un bajo, entre otros instrumentos. Las ventas, sin embargo, no fueron lo altas que esperaban y, en los sucesivos años se redujo drásticamente la producción.
En esta pieza maravillosa, realizada a comienzos de los sesenta por Gibson para promocionar su pedal, podemos escuchar como sonaba originalmente el clásico Fuzz-Tone.
En esta pieza maravillosa, realizada a comienzos de los sesenta por Gibson para promocionar su pedal, podemos escuchar como sonaba originalmente el clásico Fuzz-Tone.
Sin embargo, todo cambió un poco más tarde. En 1965 el mundo se rendía ante una canción que comenzaba con un riff eterno: «(I Can't Get No) Satisfaction», compuesta por Keith Richards, que recuperó el Fuzz-Tone y lo convirtió en una pieza famosa para el pop, la juventud beat y el rock and roll. Su modelo era el Maestro FZ-1.