Pure Hell: también el punk fue negro
/Para celebrar la aparición de Agente Provocador La Felguera coeditó en 2016 junto a Beat Generation una edición en vinilo de Noise Addiction el disco de la legendaria banda negra de punk Pure Hell. Con todos ustedes, el infierno puro.
[Artículo de Jordi Chantes publicado en Agente Provocador nº1]
En 1974, Malcolm McLaren, cansado del tedio de Londres, decidió hacer las maletas y viajar hasta Nueva York, entonces metida de lleno en una escena musical vibrante y rupturista. Unos años antes, junto a su compañera Vivienne Westwood, había abierto en King’s Road la tienda de ropa y discos Let it rock, un local inspirado en los teddy boys, la rebelión en el rock and roll y las corrientes izquierdistas (McLaren, sin embargo, llegó tarde al Mayo francés. En compañía de su colega Fred Vermorel, visitó París justo cuando las protestas habían remitido). Pero Londres, a comienzos de los setenta, parecía un cementerio. McLaren estaba cansado y harto. Su idea inicial, al viajar hasta Nueva York, era convertir a la banda glam New York Dolls, que se había quedado sin compañía, en su propio experimento artístico y político. McLaren los convenció para ser su manager y la primera decisión que tomó fue reinventar su imagen: los vistió de cuero rojo y rodeó de imaginería comunista. Rock and roll y el Libro Rojo de Mao. La banda, con esta imagen, inició la gira Better red than dead, que resultó un completo fracaso.
Sin embargo, la visita de McLaren no fue un fiasco del todo. Allí conoció a Richard Hell: «Me parecía increíble —confesó en el clásico Por favor, mátame—. Aquel chico estaba como derrumbado, roto, como si acabase de salir de una alcantarilla, como si estuviera cubierto de lodo, como si llevara años sin dormir ni lavarse, y como si a nadie le importara una mierda su aspecto». Había encontrado a su hombre, un modelo a seguir, una dirección: «Lo más importante era la imagen de esa cosa extraña y desamparada llamada Richard Hell y la frase de “la generación vacía”». Lo que sucedió luego ya lo sabemos: los Sex Pistols y la aparición del punk inglés.
Pero durante aquellos días en que los New York Dolls, sin prestar el menor interés a la política, se disfrazaron de revolucionarios comunistas, un grupo de negros punks solía quedar con ellos y el mismo McLaren. Su banda, Pure Hell (inicialmente como Pretty Poison), aunque entonces escasamente conocida, pasaría a la historia como la primera banda negra realmente punk, el antecedente de Bad Brains, quienes los reconocieron como sus padres musicales. Porque Pure Hell eran provocadores e insólitamente furiosos. Su música estaba muy lejos de la escena de Nueva York. No eran arties y, al mismo tiempo, sus canciones eran excesivamente rápidas. Parecían provenir de otro planeta.
Pure Hell surgieron en 1974 en Philadelphia y, durante los años en que la banda funcionó y giró (1974-1980), tan solo publicaron el single These boots are made for walking / No rules y el grandioso disco Noise addiction, cuyo máster estuvo secuestrado durante cerca de treinta años. Cuando finalmente vio la luz, en el año 2007, la banda se convirtió en un descubrimiento sorprendente, una banda realmente punk, mucho más que los correctos, también negros y pioneros, Death (surgidos en Detroit y célebres tras el documental con el mismo nombre), capaz de crear temas redondos que recordaban a bandas míticas como Dead Boys o Germs e influenciados por The Stooges o The Voidoids.
La presencia de negros en las primeras bandas punks es algo bastante desconocido. Sin embargo, muchos músicos negros estaban en las filas de las primeras grandes bandas punks como Los Olvidados, The Penetrators, Reagan Youth, X-Ray Spex, o White Flag, entre muchas otras. Pure Hell, sin embargo, echaba la vista atrás, hacia el propio pasado negro. «Nuestra música fue una reflexión acerca de los violentos años sesenta, durante los que líderes políticos y religiosos fueron asesinados en público», afirma Kenny «Stinker» (apodo que le puso su colega Johnny Thunders) Gordon. A pesar de surgir en Philadelphia, la banda comenzó a hacer shows en la activísima Nueva York: «La primera vez que tocamos en Nueva York, nos quedamos en el Chelsea Hotel y nos pasamos horas en clubs junto a Thunders, Todd Rungren, Ace Frehley y gente así».
Cuando McLaren aterrizó en Nueva York, los miembros de Pure Hell eran ya unos aguerridos y conocidos punk rockers. Durante la gira «roja», los New York Dolls ficharon a su batería Michael «Spider» Sanders. Pero más tarde el nombre de la banda siguió conectado con McLaren / Sex Pistols. Un ya decrépito Sid Vicious, durante su famosa actuación en el Max de Kansas, fue teloneado por Pure Hell. Semanas después, Vicious asesinaría a su compañera Nancy Spungen. En 1978, soñando con una proyección internacional que no llegó, la banda inició una gira por Europa. En Inglaterra, ante una audiencia punk, músicos como Lemmy, de Motörhead, cayeron rendidos ante la fuerza y actitud de Pure Hell. Una de sus fotografías más famosas, en la que se ve a la banda posar frente al palacio de Buckinham (Rose Taylor, entonces pareja de Mick Taylor, de The Clash, los llevó previamente a una peluquería del centro), durante su estancia en Londres, atrapa aquel momento irrepetible. Sin embargo, la banda se extinguía y en 1980, dos años después de todo aquello, desaparecieron. El punk había cambiado, lo mismo que el mundo.
A veces, los mejores hallazgos tardan en salir a la luz. Noise Addiction, el maravilloso disco de Pure Hell y que demuestra la potencia y elegancia que en su día tuvo la banda, no vio la luz hasta el 2007. Curtis Knight, su manager, conservaba los derechos sobre un máster que jamás fue publicado. Cuando murió, su viuda dio con aquella grabación de un grupo de negros y rebeldes haciendo punk antes del punk. Algo insólito, un infierno puro.
Lemmy junto a Pure Hell: