«Qué deliciosa era su carne»: el caso del «vampiro de Brooklyn» y «hombre lobo de Wysteria»

Tras su detención, cuando Albert Fish reconoció haber abusado sexualmente más de un centenar de niños y haber asesinado a tres, recibió numerosos apodos: el «Hombre gris», «El hombre lobo de Wysteria» y «El vampiro de Brooklyn». Al parecer, la mayoría de sus crímenes los cometió en torno a 1898, cuando trabajaba de pintor de casas. También fue importante un suceso: tras visitar un museo, vio unas imágenes de la disección de un pene. Desde entonces, Fish quedó obsesionado con la castración. Más tarde, quiso hacer algo parecido, cuando, tras atar a un hombre con el que mantenía relaciones, intentó castrarlo. No pudo lograrlo y el hombre huyó despavorido.

Retrato de Fish y su firma manuscrita

Retrato de Fish y su firma manuscrita

En enero de 1917, su esposa lo abandonó y Fish comenzó a escuchar voces; en una ocasión se envolvió en una alfombra aduciendo que seguía las instrucciones de Juan el ApóstolSus fechorías se prolongaron durante tres décadas, en las que secuestró y atacó a decenas de niños y niñas, sin que la policía diera con él.

Detención de Fish

Detención de Fish

Los agentes pudieron detenerlo por las pistas que dejó en noviembre de 1934, cuando decidió enviar una carta anónima a los padres de una niña desaparecida:

«Estimada Señora Budd. En 1894 un amigo mío fue enviado como asistente de plataforma en el barco de vapor Tacoma, el Capitán John Davis. Viajaron de  San Francisco y Hong Kong, China. Al llegar ahí él y otros dos fueron a tierra y se embriagaron. Cuando regresaron el barco se había marchado. En aquel tiempo había hambruna en China. La carne de cualquier tipo costaba de 1 a 3 dólares por libra. Así tan grande era el sufrimiento entre lo más pobres que todos los niños menores de 12 años eran vendidos como alimentos en orden de mantener a los demás libres de morir de hambre. Un chico o chica menores de catorce años no estaban seguros en las calles. Usted podía entrar a cualquier tienda y pedir corte en filete o carne de estofado. La parte del cuerpo desnudo de un chico o chica sería sacada y lo que usted quisiera sería cortado de él. El trasero de un chico o chica, la cual es la parte más dulce del cuerpo, era vendida como chuleta de ternera a un precio muy alto. John permaneció ahí durante mucho tiempo adquiriendo gusto por la carne humana. A su regreso a N. Y. robó a dos chicos uno de 7 y uno de 11 años de edad. Los llevó a su casa los despojó y desnudó y los ató a un armario. Entonces quemó todo lo que ellos portaban. Varias veces cada día y cada noche los azotó, los torturó, para hacer su carne buena y tierna. Primero mató al chico de 11 años de edad porque tenía el trasero más gordo y, por supuesto, una mayor cantidad de carne en él. Cada parte de su cuerpo fue cocinado y comido excepto la cabeza, huesos e intestinos. Fue asado en el horno (todo su trasero), hervido, asado, frito y estofado. El chico pequeño fue el siguiente, fue de la misma manera. En aquel tiempo, yo vivía en la calle 409 E 100 cercana a la derecha. Él me decía frecuentemente cuan buena era la carne humana, así que decidí probarla. El domingo 3 de junio de 1928, yo le visité en el 406 W calle 15. Le llevé un bote de queso y fresas. Almorzamos, Grace se sentó en mi regazo y me besó. Decidí comerla. Con el pretexto de llevarla a una fiesta. Usted dijo que sí, que ella podría ir. La llevé a una casa vacía en Westchester que yo ya había escogido. Cuando llegamos, le dije que se quedara afuera. Ella recogió flores, subí y me quite mis ropas. Yo sabía que si no lo hacía las habría de manchar con su sangre. Cuando todo estuvo listo, me asomé a la ventana y la llamé. Entonces me oculté en un armario hasta que ella estuvo en la habitación. Cuando ella me vio completamente desnudo comenzó a llorar y a tratar de correr escaleras abajo. La atrapé y me dijo que se lo diría a su mamá. La desnudé. Pateó y me rasguñó. La estrangulé y entonces la corté en pequeños pedazos para poder llevarme la carne a mis habitaciones. La cociné y comí. Cuan dulce y tierno fue su trasero asado en el horno. Me llevó nueve días comer su cuerpo entero, que estaba delicioso, carnoso y jugoso. No la violé aunque podría haberlo hecho si lo hubiera deseado. Murió virgen».

Fish fue ejecutado el 16 de enero de 1936 en la silla eléctrica del correccional de Sing Sing, algo que el mismo definió como «la experiencia suprema de mi vida».

Fish instantes antes de ser electrocutado

Fish instantes antes de ser electrocutado

Se descubrió también su extraño gusto por hacerse daño a sí mismo. Uno de sus sistemas favoritos era clavarse agujas alrededor de los genitales. Una radiografía descubrió un total de 29 agujas en el interior de su cuerpo. Durante su ejecución, al accionar el sistema, se produjo un apagón debido a la gran cantidad de alfileres que albergaba. Justo antes de que se accionara el interruptor afirmó: «No sé aún por qué estoy aquí».

              Retrato de la ficha policial de Fish y radiografía de su estómago

              Retrato de la ficha policial de Fish y radiografía de su estómago