¡Uruguay al rojo vivo! (1966-1969)

Nos adentramos en los archivos del semanario policial que tomó el pulso a la actualidad uruguaya, con titulares sensacionalistas e impactantes reportajes, a mediados los años sesenta.


Fundado por Antonio García Pintos, el cronista policial de El Día, y Luis Schiappapietra, comentarista de fútbol y funcionario de la Corte Suprema, el semanario Al Rojo Vivo, revolucionó la “prensa roja” uruguaya incorporando generosas dosis de sensacionalismo, melodrama, denuncia política y crítica social a sus reportajes. Entre los más recordados se encuentra la cobertura realizada por el propio García Pintos del tiroteo en el edificio Liberaij en 1965, y que vendió más de 140.000 ejemplares a solo una hora de estar disponible en los quioscos de diarios y revistas de Montevideo. El suceso serviría de inspiración para la novela Plata quemada (1997) de Ricardo Piglia y que llevaría a la gran pantalla el cineasta argentino Marcelo Piñeyro tres años más tarde.

Vendió más de 140.000 ejemplares a solo una hora de estar disponible en los quioscos de diarios y revistas de Montevideo

Para esquivar los golpes de la censura, entre sus páginas también encontramos noticias aleccionadoras como, por ejemplo, la votación popular al Héroe del Año: «En el momento que vivimos una crisis de valores donde el egoísmo y el materialismo reinan, es lindo, es hermoso ver que no todo está perdido. Los ejemplos, en esta misma página hay varios, así lo documentan. Y otra cosa hermosa, los que han demostrado lo que es solidaridad, sacrificio y generosidad, se ubican en los planos más bajos económicamente hablando, de la sociedad. No precisamente dentro de aquellos que por su educación, por su formación, por su cultura, debían dar el ejemplo».

«¡Se acabó la decencia! ¿Qué salida le damos a la juventud?»

El 12 de marzo de 1969, Al rojo vivo llevó en portada otro reportaje memorable: 12 preguntas a un Tupamaro, documento que resultaría clave para difundir el mensaje de la organización armada. El semanario justificó su publicación en base a la necesidad de «que se supiera a través de ellos mismos, el sentido de su lucha» para que fuera juzgado por los propios lectores. En sus respuestas, orientadas hacia un público nacional, explicaban la finalidad de algunas de sus acciones y los principios que las sustentaban. Al año siguiente, la revista sería definitivamente cancelada tras publicar una proclama del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros. En vista de la difícil situación social y política del país, García Pintos se fue a vivir a Buenos Aires, donde siguió trabajando en prensa y radio.

A continuación, reproducimos una selección de algunos de los mejores momentos de la revista, recopilados del fondo digital Anáforas de la Facultad de Información y Comunicación de Uruguay.