Cuando el twist invadió las calles de Madrid
/Los matinales del Teatro Price de Madrid intentaron ser la versión española de los famosos y multitudinarios matinales pop en el Olympia de París. El primero de ellos fue en noviembre de 1962. También marcó el inicio de comentarios desfavorables hacia los yeyes y fans del pop, a los que se tachó de vándalos y salvajes. La experiencia duró tan solo año y medio (quince sesiones que congregaron en total a unas treinta mil personas). Los artistas actuaban no movidos por una industria del disco española prácticamente inexistente, sino porque podían encontrarse con su público. Finalmente, ante las presiones de las autoridades, quejas de grupos derechistas y la persecución de la mayoría de la prensa, la experiencia terminó de forma abrupta. Aquellas matinés sirvieron para visibilizar a una juventud que, por medio del pop, abría una ventana al mundo.
El periódico Pueblo publicó un pie de foto, el martes 26 de febrero de 1963, dos días después de la séptima sesión, que escondía una intención que acabaría con la propia viabilidad de los festivales.
En la fotografía se veía a unos chicos bailando en la calle. El título rezaba: «Twist en las calles de Madrid». El texto repetía esa fórmula criminalizadora donde los jóvenes pertenecen a la horda bárbara. Son vagos y superficiales: «Sobre el asfalto, en la acera, a la intemperie en plena calle, bajo la lluvia, estos jóvenes bailan el ritmo de nuestro tiempo: el twist; esta histeria colectiva no se ha producido en Londres ni en Estocolmo. Acontece en Madrid y a las dos de la tarde del pasado domingo. No ha sido una escena única e insólita la que ha captado el fotógrafo. Se repite cada día festivo tras las sesiones de ritmos modernos que con gran éxito de público se celebran en nuestra capital. Miles de jóvenes, tras haber soportado dos horas o más de guitarra eléctrica, batería y canciones en inglés, inician al ritmo del twist su vuelta a casa. ¿Quiénes son estos muchachos? No creemos que sean universitarios. No creemos que sean jóvenes obreros. ¿Dónde puedes ubicar a estos chicos? ¿De dónde salen? ¿A qué se dedican? Unas preguntas que nos hacemos sin más afán que entender a este sector de la juventud».